¿SABÉIS DÓNDE SE ENCUENTRA LA PIEDRA CON LAS PRIMITIVAS ARMAS DE LLANES?

En el año 1992, “El Oriente de Asturias” publicó la siguiente noticia:

“La semana pasada fue encontrado en Llanes una vieja piedra grabada que podría tener un importante valor histórico. El hallazgo se produjo en un inmueble situado en la calle Castillo, en pleno centro de la villa, sometido actualmente a una obra de rehabilitación. Uno de los propietarios del edificio, Demetrio Saíz Ruiz donó la piedra al Ayuntamiento, desde el cual ya se ha enviado una notificación a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.

La piedra se encontró en un edificio que está junto a la antigua Puerta de Villa, uno de los accesos al casco urbano a través de la muralla medieval de Llanes”.

Seguramente, leí esa reseña hace 32 años, ya que era difícil, desde que aprendí a leer, que no hojeará el semanario. Pero al tener en aquellos tiempos otros afanes, me pasó desapercibida.

Sin embargo, ahora es una información que no puedo dejar de lado.

Así, que acudí a nuestros clásicos, empezando por Cayetano Rubín de Celis.

Tano, además de aportar un ilustrativo dibujo, que representa los soportales de la Puerta de Villa y el escudo, refiere:

“Reinando Felipe II, en 1571, en la llamada Puerta de Villa de Llanes, se construyeron, por la parte exterior, unos soportales que durante muchos años sirvieron para que en el de la parte izquierda se reunieran los Regidores, Jueces y Alcaldes para tomar acuerdos y los vecinos para emitir sus votos. El soportal de la derecha, era llamado del Peso, por-que allí se pesaban y medían las mercancías que se introducían en la Villa, y se establecían toda clase de vendedores los días de mercado, cuando llovía”. 

El propio Rubín de Celis nos dirige a Vicente Pedregal Galguera, el cual recoge:

«Tócanos entrar por las Puertas de Villa, aún vivimos muchos que recordamos aquellos soportales donde se reunían, en uno, las autoridades, y en el otro, el pueblo. En el de la izquierda, mirando hacia Santa Ana, había dos mesas grandes de piedra y en la pared un escudo con el medio león de las Armas de Llanes, que hoy está debajo de la escalera de la casa que fue nuestra. La pared del fondo del soportal de la izquierda, era la muralla de la Villa, construida en el siglo XIII, y en la que estaba incrustada la piedra, con el medio león de las primitivas armas de Llanes. Los soportales fueron vendidos por el Ayuntamiento de Llanes en los últimos años de 1880, siendo adquiridos por los vecinos de Llanes: don Vicente Pedregal Romano, el de la izquierda, y don Manuel Toledo Benito (en aquellos años director de El Oriente), el de la derecha, construyendo los dos edificios que existen actualmente. La del Sr. Toledo tiene grabada en la puerta de la Calle Mayor la fecha de 1890; la del Sr. Pedregal, tenía en una puerta de rejas de hierro la fecha del año 1888”. 

Y como no hay dos sin tres, no podía faltar Fernando Carrera que nos dejó escrito:

“En el soportal de la izquierda conocí un escudo de piedra, con el medio león de la armas de la Villa”.

Como si la noticia me fuera persiguiendo, acabó de encontrar, mientras buscaba otra cosa, en el libro editado por “El Oriente”, “Llanes, siglo XIX”, dos grabados de los soportales de la Puerta de Villa basados en fotografías de Macario García.

Al llegar hasta aquí la pregunta que surge no puede ser otra: ¿Qué fue de la piedra con las primitivas armas de Llanes que estuvo en la muralla hasta la venta de los soportales?

La respuesta es que aquella piedra armera original se encuentra expuesta en el Ayuntamiento de la Villa, justamente iniciando la subida a la primera planta, en el descansillo de la escalera, con una información que dice: 

“Armas de Llanes

Medio León rampante»

Adosada a la muralla en la Puerta de La Villa hasta el siglo XIX

Permaneció en la Torre de Llanes

Trasladándola a este edificio restaurado e inaugurado en 2003”

Fuentes, “El Oriente de Asturias”, “Recuedos y Memorias”, “Llanes, Siglo XIX”

Imágenes, dibujo de Cayetano Rubín de Celis,  grabados basado en fotografías de Macario García e imagen, Valentín Orejas