José María Batalla, al que conocíamos cariñosamente como Titi Camará, apodo heredado de su padre, nació en Llanes el 18 de octubre de 1925, y fue uno de los 22 hijos del popular y querido matrimonio llanisco que constituyeron Ramón Batalla Bustillo y Esperanza Díaz Haces.
Como descendiente de familia marinera, hijo, nieto, bisnieto y tataranieto de legendarios pescadores, a la temprana edad de 14 años empezó a salir a la mar, lo cual siempre le apasionó.
Más tarde, y durante ocho años participó en Bermeo en las costeras del bonito. De vuelta a Llanes fue marinero en la lancha “La Guapa”, propiedad de su hermano Machi, la “Eloina”, de Estanislao Herrero, y la “Luisa Mari”, que pertenecía a Tisto Herrero. Y, como la mayoría de nuestros hombres de mar, no le faltaron peligrosas entradas al puerto llanisco con marejadas.
Trabajador infatigable, alternaba las salidas a la mar con otros trabajos en tierra como descargas de carbón y otras mercancías.
Se casó el 3 de octubre de 1950 con María Dolores Coya González, natural de Pie de la Sierra, preciosa localidad de la parroquia de Carranzo, la cual, además del cuidado de su familia, se dedicó a la venta ambulante de pescado por los pueblos de la Borbolla y Vidiago.
El matrimonio tuvo cuatro hijos: María Josefa, que muy joven emigró a Suiza; José María “Pocholo” , al que recordamos alegre y afectuoso trabajando en el Restaurante “El Campanu”; Pili, que murió a los 11 años; y Loli, que nos cuenta que su padre era muy del bando de la Guía, cuyas fiestas disfrutaba como el que más, y como todos los marineros llaniscos devoto de Santa Ana. Asimismo, su hija pequeña recuerda con gran ternura y nostalgia que su padre era del Real Sporting de Gijón, teniendo piquillas con ella, forofa del Oviedo y el Madrid, y que cocinaba unas sopas de ajo inigualables.
Titi, que sufrió con gran entereza una dura enfermedad, falleció, rodeado del cariño de su numerosa familia, el 14 de mayo de 1997.
Imágenes, Álbum de la familia Batalla-Coya
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