El mar, ese coloso de fuerza incontrolable, ha sido testigo de dramas y de milagros desde el principio de los tiempos. Para los marineros de antes, cada vez que zarpaban, la verdad, era un acto de fe. Una aventura en la que no siempre sabían si regresarían. Y el momento de volver a puerto… era un regalo que se celebraba con el corazón en la mano. Como muestra de gratitud por haber sobrevivido a tempestades, naufragios y a los peligros de lo desconocido, una tradición ancestral echó raíces: los exvotos. Pero, ¿qué es exactamente un exvoto? Imagínalo como el testimonio más puro de un pacto de fe. Es una joya familiar, una minuciosa réplica de una embarcación, un cuadro, un grabado… cualquier objeto con el que un marinero dijese a Dios o a la Virgen: «Gracias, por volver a casa». Y es que, en el caso de los exvotos marineros, estas piezas no son solo objetos: son narraciones de valentía y de una fe inquebrantable. Historias que te llegan al alma. Ahora, esas historias, rescatadas del olvido, se han reunido en una exposición absolutamente única en el Museo Marítimo de Asturias. Es el fruto de un trabajo de investigación increíble, donde el personal del museo ha recorrido hasta el último rincón de ermitas y capillas de la región para traer a la luz estos tesoros. Cada objeto que verás allí es una voz del pasado que te susurra al oído. Es el eco del agradecimiento de quienes, contra todo pronóstico, volvieron a tierra firme con un nudo en la garganta y una nueva oportunidad.
Esta es una oportunidad que no puedes dejar escapar para sumergirte en el alma marinera de nuestra tierra. La exposición estará abierta hasta el 24 de agosto de 2025, aunque dicen que si el éxito continúa como hasta ahora, podría prolongarse un poco más. Y por si necesitas más motivos para ir, la visita al Museo Marítimo de Asturias es una experiencia en sí misma. Ubicado en una villa marinera con tanto encanto como Luanco, el museo es un faro cultural que te transporta al corazón del Cantábrico. Podrás explorar desde las técnicas de pesca ancestrales hasta la evolución de las embarcaciones, y es que cada sala te sumerge más y más en la vida de quienes se ganaron la vida con la sal en la piel. Es, sin duda, un lugar impresionante que complementa a la perfección estas emocionantes historias. No te pierdas la ocasión de conectar con las historias que los marineros asturianos grabaron en madera, metal, cera, pintura… Son relatos de esperanza, gratitud y valentía que te harán mirar al mar de una forma completamente diferente.
Gracias, José Ramón y Pilar, por vuestro tiempo y por enseñarnos con tanta pasión los tesoros del museo. Vuestras explicaciones hicieron que la visita fuera una experiencia inolvidable.





