El sábado 18 de marzo de 2023, acompañé a los marineros de Llanes a la Concentración que se celebró en Oviedo, organizada por pescadores del Cantábrico, para decir no a la ubicación de macroproyectos industriales en zonas de pesca y espacios de gran valor ambiental, ya que estos proyectos pueden influir de manera significativa a las especies comerciales de las que depende su sustento y a otras muchas que favorecen el mantenimiento del ecosistema.
Y mientras escuchaba las intervenciones, en las que se ponía de relieve la incompatibilidad de la eólica marina con los usos existentes y el no haberse contando para nada con el sector pesquero, me acordé de que muy rápido se había olvidado que durante la pandemia nuestros pescadores salieron a la mar sin ninguna protección, sin saber como evolucionaría la enfermedad, para que no dejáramos de tener alimento. Después, cuando se pidió la dimisión de Teresa Ribera, lo que me vino a la cabeza fue que los Mares no son de la Ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ni de nadie y a la vez de todos nosotros y de los que todavía no han nacido. Son un patrimonio común, y que sin escuchar y respetar a quienes han proporcionado medios de subsistencia, sustentado comunidades y fortalecido la capacidad de nuestro país para alimentarse durante miles de años, no puede ni debe implantarse la eólica marina.
Imagen, Valentín Orejas
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