BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” | AÑO 1900
“En la tarde del miércoles hallábanse los buzos trabajando en el pozo de la punta del Caballo para sentar un bloque lanzado al agua el día anterior, y al observar desde arriba que uno de los buzos no contestaba a las señas que le hacían le elevaron rápidamente, hallándole ya, cuando le despojaron de las ropas, casi asfixiado. Parece ser que la manga había sido rozada y comprimida por la cadena de la grúa, que llegó a romperla, no pudiendo, por tanto, llegar el aire hasta que buzo que inmediatamente y por tal causa quedó privado de sentido. La pronta llegada del médico D. Manuel de la Vega Marcos al sitio del suceso evitó que el lance hubiera tenido más serias consecuencias, pues con los enérgicos reactivos empleados logró devolver el calor y la vida al cuerpo inerte y frío de aquel pobre trabajador.
Para evitar que estos desagradables accidentes se repitan, convendrá examinar los aparatos con todo detenimiento para ver si se hallan en condiciones de poder utilizarlos sin peligro,recomendando así bien todas las precauciones necesarias en esta clase de trabajos, a cuyo efecto llamamos la atención del encargado de las obras. Ya que de estas hablamos no sobrará hacer constar el disgusto con que el público ve que van pasando los mejores día del año sin dar a los trabajos el impulso y desarrollo necesarios, lo cual hace suponer la existencia de obstáculos que al interés de Llanes conviene que desaparezcan”.
La imagen, a falta de alguna de 1900, es de las obras de los años 30 del siglo XX.
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