Explotación responsable
Está probado que aplicar los códigos de pesca responsable y sostenible es beneficioso para el sector, pues limita la sobrepesca y permite que, de forma natural, las poblaciones de peces se reproduzcan. El problema es que esas buenas prácticas son difíciles de controlar y pocos las cumplen.
¿QUÉ ES EL CÓDIGO DE CONDUCTA PARA LA PESCA RESPONSABLE?
La pesca (que incluye la ordenación, captura, elaboración y comercialización de poblaciones ícticas) y la acuicultura (cría de peces) constituyen una fuente importante de alimentos, empleo, ingresos y esparcimiento para la población de todo el mundo. Millones de personas dependen de la pesca para su subsistencia. Si se quiere que haya pescado suficiente para las generaciones futuras, todos los que intervienen en la actividad pesquera deberán contribuir a la conservación y ordenación de las pesquerías mundiales.
Teniendo en cuenta esta situación, más de 170 Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aprobaron el Código de Conducta para la Pesca Responsable en 1995. El Código es voluntario, no obligatorio, y está destinado a todos los que trabajan e intervienen en la pesca y la acuicultura, independientemente de si lo hacen en zonas continentales o en los océanos. Como el Código es voluntario, es necesario asegurar que todos los que trabajan en la pesca y la acuicultura hagan suyos sus principios y objetivos y adopten medidas prácticas para aplicarlo.
El Código de Conducta, que consiste en una colección de principios, objetivos y elementos para la acción, tardó en elaborarse más de dos años. Representantes de los miembros de la FAO, organizaciones intergubernamentales, la industria pesquera y organizaciones no gubernamentales trabajaron larga y duramente para llegar a un acuerdo sobre el Código. Por ello, es el resultado de un esfuerzo de muchos grupos diferentes empeñados en la pesca y la acuicultura. A este respecto, el Código representa un consenso o acuerdo mundial sobre una amplia gama de cuestiones de pesca y acuicultura.
Los gobiernos, en cooperación con sus industrias y comunidades pesqueras, tienen la responsabilidad de aplicar el Código. La función de la FAO es la de prestar apoyo técnico a sus actividades, pero no tiene una responsabilidad directa en su aplicación, porque la FAO no es responsable del desarrollo y la ejecución de políticas pesqueras nacionales. Ésta es una responsabilidad única de los gobiernos.
La aplicación del Código se conseguirá de la forma más eficaz cuando los gobiernos puedan incorporar sus principios y objetivos en las políticas y legislación pesqueras nacionales. Para asegurar que se apoyen estos cambios legislativos y de política, los gobiernos deberán tomar medidas para consultar con la industria y otros grupos a fin de promover su apoyo y cumplimiento voluntario. Además, los gobiernos deberán estimular a las comunidades e industrias pesqueras a elaborar códigos de buenas prácticas que sean compatibles con los objetivos y finalidades del Código de Conducta y los apoyen. Tales códigos de buenas prácticas son otra forma importante de promover la aplicación del Código.
CÓDIGO DE CONDUCTA PARA LA PESCA RESPONSABLE.
PDF – Código de Conducta para la Pesca Responsable