Juan Antonio Santiago, al que cariñosamente se conocía como Canene, apodo con el que le llamaba su madre y su esposa, Isolina Álvarez, abrieron en el año 1963 un bar restaurante en la calle Manuel Cue, local que les traspasó por 15.000 pesetas la mesonera María Noceda, más conocida como María Chinchín.
Canene, que había nacido en 1923, tenía experiencia en la hostelería, ya que ejerció como camarero en distintos bares de Llanes y Ribadesella, siendo su ultimo trabajo por cuenta ajena en la emblemática “Casa Ángel”. Asimismo, Juan Antonio tenía como pasión la mar y era un enamorado de nuestro puerto, cuyas obras visitaba a diario, y las cuales pudo ver terminadas, así como de todo lo llanisco. Falleció el 21 de noviembre de 1992, contando con 72 años de edad.
Su esposa, Isolina, era una gran cocinera de oficio, ya que había ejercido como tal, y todavía hay quien recuerda sus calamares en tinta, los callos, el hígado encebollado y las albóndigas. Isolina falleció el día 7 de enero de 2017, tenía 91 años de edad.
Al llegar el año 1965 y establecerse los menús turísticos, en los que el cliente escogía de una lista un primero, un segundo, postre y un vaso de vino, “Casa Canene” se apuntó a aquella innovación, que en la actualidad funciona hasta en los mejores restaurantes.
Jubilados los padres, el negocio continúo en la familia al hacerse cargo su único hijo, José Alberto, digno heredero de su padre en el buen hacer y en su pasión por todo lo llanisco, y su esposa Elena Amieva, Leni, pilar fundamental del mítico establecimiento. José Alberto, que había nacido en el barrio del Cueto, fue siempre un gran aficionado al fútbol, devoto de la Virgen de Guía y muy creyente por lo que está presente en todos los cultos religiosos que organiza la parroquia.
Por “Casa Canene”, lugar de encuentro de marineros en su principio, y después de clientes fijos, familias de la villa y también de veraneantes, pasaron personajes públicos como Antonio Machín o Los Payasos de la Tele.
Desgraciadamente, debido a la jubilación de Leni y a la dificultad que atraviesa la hostelería respecto a encontrar plantillas de empleados cualificados, no se pudo continuar el legado familiar.
“Casa Canene” cerró sus puertas el pasado puente de la Constitución, dejando huella en la historia social, gastronómica y turística de Llanes.
Fuente. “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas
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