Más o menos debajo de donde se construyó la Rula Vieja, quedaba, a marea baja, el conocido como “Pozu del Rancho”, que era donde se bañaban los caballos.
Se formaba aquel pozo porque allí se cogía arena para cargar los barcos de vela que traían la sal de Torrevieja y que salían en lastre, porque aquí no tenían carga.
Aquella arena, para ganarse un jornal, la sacaban mujeres en cestos.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
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