Continuando con esta sección de personalidades llaniscas que ensalzaron a su lugar de nacimiento, traemos al pintor José Purón Sotres, el cual siempre tuvo a Llanes como referente.
Este pintor, que evolucionó desde el impresionismo hasta el más original expresionismo y considerado uno de “los últimos pintores de oficio”, nació en Andrín el 21 de junio de 1912, era hijo de Juan Purón Sordo, “el de la llavandera”, y de Dolores Sotres Posada.
Estudió en la Arquera, acabando su formación básica en 1927, año en el que se traslada a Madrid, capital en la que trabaja como ayudante en unos almacenes de tejidos, aunque en los ratos libres se dedica a dibujar, su afición desde muy crío.
Al poco tiempo se le concede una beca en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en el tercer año de los estudios estalla la Guerra Civil y es llamado a filas, teniendo como destinos Celorio y Cangas de Onís.
En 1939, regresa a Madrid, incorporándose al cuarto curso de Bellas Artes.
Con su flamante título bajo el brazo presenta varias obras a la Exposición del Certamen de Educación y Descanso en la que consigue un premio extraordinario, ya que sus méritos, según opinión del Jurado, estaban muy por encima de los límites artísticos del concurso.
A raíz de ese premio, se le encarga una copia de un cuadro de Sorolla y se traslada a Valencia e Ibiza, donde “se emborrachó” de luz.
Cuando regresa a Asturias organiza su primera exposición individual con tal éxito de ventas que le permitirá continuar pintando y viajando con frecuencia a la capital de España.
Corriendo el año 1949 el Ministerio de Asuntos Exteriores le concede una beca para ampliar estudios en Roma, ciudad en la que permanece ochos meses.
A partir de su estancia europea sus retratos ganan frescura, y como los impresionistas se recortan sobre un fondo difuso, dejando zonas inconclusas.
Pese a vivir al lado de la costa no pinta marinas, sino paisajes de interior, pero sobre todo los diferentes rincones de la Llavandera, con sus bueyes, castaños y manzanas.
En esos años se instala en la Portilla, pero no deja de participar en innumerables exposiciones y de realizar frecuentes viajes a Oviedo y Madrid.
En 1955, contrajo matrimonio con Segunda Colubi Menéndez-Celayeta, natural de Soto de Luiña, y al año siguiente nació su único hijo, Juan.
Tres años más tarde decide dedicarse a la docencia como profesor de dibujo de los Institutos de Enseñanza Media de Llanes, Sama de Langreo y Alfonso II de Oviedo, hasta que regresa a su villa natal como Catedrático de Dibujo.
En esos años continúa exponiendo en grupo e individual, tanto a nivel nacional como internacional.
En los últimos años de su vida, por sus limitaciones físicas, deja de pintar al aire libre, y elabora nuevas composiciones a partir de cuadros previos.
Se jubiló como funcionario del Ministerio de Educación y Ciencia en 1981, y desde entonces hasta su fallecimiento, acaecido el 29 de julio de 1987, se dedicó por entero a la práctica pictórica.
En 1988, la villa de Llanes, a título póstumo, le nombró Hijo Predilecto.
Entre su vasta obra, se encuentran:
- Venus de la manzana.
- La llorona
- Bodegón de caldera de cobre y calabazas
- El Primer Amor
- La Casa de la Portilla
- Retrato de mi madre
- Retrato de Emma con pañuelo rojo
- Adoración de los pastores
- El cesto volcado
- Taller de reparaciones humanas
- El Cuera a pleno sol
- Llendando con orbayu
- Autorretrato en Roma
- Portón y ventana
- La intelectual
- Maternidad
- Mujeres llaniscas
- Juguetes de reyes
- Asturias patria querida
Fuentes, “El Oriente de Asturias” y Real Academia de la Historia
Imágenes, “El Oriente de Asturias”
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