Por: Guillermo Fernández Buergo
A veces, las cosas hechas sin forzar, con poco o ningún presupuesto y con calor de incubadora, funcionan. Eso fue lo que pude comprobar el sábado cuando asistí a un concierto navideño, ofrecido por el coro del Centro Social El Rinconín, dirigido por Clara Canal, que acompaña con la guitarra y es cántabra de Unquera. El acontecimiento estaba organizado por la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes, ese organismo al que le niegan el pan y la sal cuando se convocan los premios Pueblo Ejemplar de Asturias. Por cierto, la página de Facebook de dicha Cofradía se está convirtiendo en un extraordinario y digno sucesor del desaparecido semanario El Oriente de Asturias.
A lo que vamos. El coro se arrancó con cuatro villancicos clásicos, los titulados ‘Ay del chirriquitín’, ‘Hacia Belén va una burra’, ‘Dime niño, de quién eres’ y ‘Portalín de piedra’. Fueron entrando en harina al cantar ‘Resistiré’, del Dúo Dinámico, y ‘La romería’, de Víctor Manuel, para finalizar con el ya emblemático ‘Viento del Norte’, de Nando Agüeros, una canción que el omnipresente Revilla pretende que sea adoptada como himno de Cantabria. Los intérpretes eran doce y entre ellos se encontraba el adolescente Néstor Díaz, de diez años y futuro presidente del Principado de Asturias. El público, entregado a la causa, pedía más, pero hasta ahí llegaba el repertorio. Entonces, Néstor se arrancó en solitario y cerró la matinal con un par de poderosas canciones.
Las mujeres del coro entregaron al público un papel con la letra de las canciones y el centenar de personas que habíamos acudido a ser simples espectadores pasivos nos convertimos en cantantes por un día. La sesión resultó entrañable, me pareció demasiado breve y espero que la Cofradía nos vuelva a citar en 2022. Feliz Navidad y saludos cordiales. Y pedir a San Nicolás, y luego a los Reyes Magos, que os dejen un cargamento de mascarillas, las vamos a necesitar. Las fotos fueron tomada por Valentín Orejas.
