Como el hecho de nacer en Llanes imprime carácter, traemos hoy a esta sección de personalidades llaniscas, navegantes de la historia, a otro llanisco. Se trata de don Gregorio Piquero Argüelles nacido en nuestra Villa el 25 de abril de 1782 y muerto en la Habana el 9 de mayo de 1865.
Obtuvo el grado de teniente en el año 1795 y en 1808 formó parte del núcleo central de la conspiración que diariamente se venía reuniendo en la casa de D. José María García del Busto, juez primero de la ciudad de Oviedo, con el objeto de preparar el alzamiento patriótico contra el invasor francés.
El día 24 de mayo de 1808, los complotados deciden apoderarse del cuantioso depósito de armamento existente en la Real Fábrica para armar a la muchedumbre y marchar luego hacia la Plaza Mayor con la intención de deponer al brigadier D. Juan Crisóstomo de La Llave, comandante general de la costa cantábrica.
Una vez reunido el heterogéneo paisanaje, éste se divide en tres grupos, poniendo el primero de ellos a las órdenes de D. Gregorio Piquero. En la noche de este día, Piquero Argüelles, poniéndose al frente de su grupo, sale de la casa de García del Busto para encaminarse hacia la casa de Armas, que ya se encontraba ocupada por la muchedumbre y, adelantándose con una facción de los más decididos, se dirige a la Casa-Regencia, en donde sorprende y desarma a la guardia del Regimiento Provincial. Ya dentro de las dependencias es atajado por el ayudante de La Llave, a quien D. Gregorio solicita permiso para ver al General pero, ante la negativa del oficial a facilitarle el acceso, Gregorio, muy resolutivo, acude directamente a la estancia en la que se haya reunido con los magistrados de la Real Audiencia, el coronel Llano Ponte y otras personalidades; llama a la puerta y sale el general La Llave, entablándose entre ambos el diálogo siguiente:
La Llave: ¿Qué es lo que ocurre a estas horas; habrá poco más de cuatro horas que llegué a esta casa, y ya me trae V. un memorial?
Piquero: Señor General, soy mandado por el pueblo para entregar a V. S. este pliego y recibir la contestación.
La Llave: ¡Hombre, por Dios bendito, mañana es otro día; tengo otras cosas más importantes entre manos, venga usted mañana!
Piquero: Señor, si S.S. no se entera ahora mismo de este pliego, el pueblo hará que V. S. lo lea y acaso con lágrimas.
La Llave: Paisano, agradezco mucho la atención del señor Juez, pero me choca el que me pida, sin quitarme aún las espuelas, que reúna antes de una hora en esta casa las personas que señala esta lista. ¿Y dónde está el pueblo?
Piquero: Al frente de los balcones de esta misma casa, y armado.
Tras aquella hazaña fue ascendido a Sargento Mayor y en julio del año siguiente a Teniente Coronel.
En 1821 fue nombrado Gobernador de Zamora y Comandante General de la provincia.
Después, ocupó el cargo de Comandante General interino de Badajoz, ciudad que abandonó para dirigirse junto a su regimiento a Murcia el 17 de diciembre siguiente, con la intención de llegar a tiempo para firmar la Representación contra el Ministerio; allí permaneció para encargarse del mando político y militar de Murcia.
Mostró su complacencia ante los cambios efectuados por el rey en algunos ministerios, así como por el nombramiento de Tulio O’Neill como jefe político el 25 de enero de 1822. Después de que el rey lo destinara a Aragón, fue capitán general de Extremadura durante el año de 1822.
Al terminar el Trienio Liberal partió a Cuba, donde permaneció hasta 1835 dedicado a labores agrícolas. En noviembre de 1835 solicitó la amnistía, que le fue concedida. Una vez en España, fue nombrado gobernador de Alicante el 24 de junio de 1836. El 19 de enero obtuvo el ascenso a Mariscal de Campo.
Durante la regencia de Espartero tuvo que exiliarse a Francia, de donde regresó en 1843.
Poseía las grandes cruces de San Hermenegildo y de Isabel la Católica.
Fuentes, Asociación de Recreación Histórica Cultural de Asturias y “El Oriente de Asturias”
Imágenes, Asociación de Recreación Histórica Cultural de Asturias y Valentín Orejas