De entrada voy a emplear diez adjetivos para situar el concierto que en la mañana de hoy ofreció el coro ovetense «Los lunes a las ocho» en la sala de subastas de la Cofradía de Pescadores Santa Ana, de Llanes: Esmerado, atractivo, magnífico, memorable, evocador, fabuloso, interesante, sugestivo, estupendo y fetén.
Por tercer año actuó en Llanes la agrupación ‘Los lunes a las ocho», una masa coral que, como su nombre indica, ensaya todos los lunes a las ocho de la tarde en el restaurante de comida india Royal Tandoori, ubicado en el 36 de la ovetense calle de Llano Ponte. Del coro forman parte 44 voces graves de hombres aficionados a cantar y que, a veces, actúan con otros coros de la región. Hoy acompasaron sus voces con siete guitarras y un acordeón y ofrecieron nueve piezas que la sala acogió con tremendas ovaciones. En funciones de «manager» venía José Manuel Álvarez Rueda y de empuñar la batuta se encargó su director Fernando Allen, quien cedió la varita a su hermano Óscar Allen para que condujera la última pieza: ‘Viento del Norte’.
Una tras otra, el respetable, que abarrotaba la sala, fue escuchando ‘El Vito’, ‘Historia de un amor’, ‘Alma, corazón y vida’, ‘Dos palomitas’, ‘Ojos negros’, ‘Los guaduales’, ‘La capitana’ y ‘La paloma’, para cerrar con ‘Viento del Norte’, momento en el que el público ya estaba entregado a la causa. Antes de que llaniscos y forasteros desfilaran a solazarse en la villa, José Manuel Álvarez Rueda, en representación del coro, y Ángel Batalla, patrón mayor de la Cofradía de Llanes, se intercambiaron placas conmemorativas del evento.
Reseñar que media hora antes de que comenzara el concierto, una parte de los integrantes del coro embarcaron en la lancha ‘Puntamendía’ y salieron a mar abierto donde lanzaron al agua una ofrenda floral en recuerdo de los marineros llaniscos fallecidos.
Tal vez regrese el coro el próximo año. En eso quedaron. Saludaron especialmente a Maiche Perela y se despidieron con un simbólico beso para el graderío. Por mi parte, saludos cordiales.
Imágenes de Guillermo Fernández Buergo. Jrrt El Siglo y Valentín Orejas
