Al borde de la carretera que conduce de Colombres a Noriega, se alza una casa indiana de gran porte y excelentemente conservada, acompañada de una majestuosa palmera, que le da nombre.
Debido al eclecticismo que presenta y la semejanza con otras obras del maestro constructor Manuel Posada Noriega, se cree que fue construida bajo su dirección en el año 1908, para José Díaz, indiano que había hecho fortuna con negocios de comercio en Cuernavaca, México.
En el año 1959, fue adquirida por Dolores Ojeda Somohano y sus hijos.
Un año después, en la primera planta, se estableció un bar, el cual cerró sus puertas en 1991.
Destaca en la fachada principal un ático abuhardillado con óculo entre dos volutas.
Y en los interiores, llama la atención su notable diseño modernista con cenefas y guirnaldas en puertas, entrepaños y techos, y se van los ojos a los muebles y a la infinidad de detalles en madera, hierro, bronce y escayola.
Recoge “El Oriente de Asturias” que Flori, la esposa del propietario José Luis Caldevilla, la cual es natural del Valle Oscuro, se preocupó por la conservación de la casa y potenció su valores arquitectónicos.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, Valentín Orejas
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