En la calzada, el taller de zapatería de José Manuel Posada Pérez era una suerte de club social, pues allí acudíamos, además de para arreglar zapatos, a charlar mientras Pepe, a la luz de una austera bombilla y rodeado de montañas de zapatos, trabajaba el cuero para las corizas, la especialidad de la casa.
Pepe, que había aprendido el oficio observando al anterior zapatero que se llamaba Manuel Alonso, un santanderino que realizaba zapatos a medida, se hizo con aquel taller en 1985.
Nuestro protagonista, que nació en el llanisco barrio del Cueto y era el cuarto de seis hermanos, muy joven, con 11 años, empezó a trabajar de botones en el Casino de Llanes, donde su buena disposición llamó la atención de la Marquesa de Argüelles, que lo contrató para prestar servicios en el Palacio de la Huerta, su casa de Madrid.
En una entrevista, que le hizo “El Oriente de Asturias”, recordaba como cambió su suerte al conocer a la Marquesa y las lecciones que recibía de una de las nietas de la misma.
Al fallecimiento de María Josefa Argüelles en el año 1947, Pepe volvió a Llanes, y enseguida recibió ofertas del ramo de la hostelería.
Así, trabajó en “El Pinín”, Hotel San Ángel, “El Kaipe”. Constituyó su propio equipo de camareros y creó junto a Agustín Batalla un bar ambulante, al que bautizaron “Pepe y Guti”. También, en compañía de su primo Juan José Posada Pérez y César Álvarez Montoto pusieron en funcionamiento el camping de “Las Bárcenas”.
En el año 2007, fue distinguido por el Ayuntamiento de Llanes con el premio de Comercio y Turismo.
Este llanisco hasta los tuétanos y siempre consagrado al trabajo, falleció el 17 de mayo de 2013, contaba con 84 años.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y álbum de Jesús Batalla
0 comentarios