Que los marineros han sido gente especial, eso lo ha ido marcando su misma vida, llegando a ser propietarios de frases, que, con solamente las palabras justas y necesarias te explican perfectamente una situación determinada.
En tierra, hubo una palabra que no era del agrado de todos, esta palabra era “expósito”
Este término era empleado para referirse a los niños que, en tiempos pasados, eran abandonados por sus padres al nacer y luego acogidos en orfanatos. Estos pequeños, quienes enfrentaban un comienzo de vida extremadamente difícil, eran identificados con el apellido «Expósito»
Pero en la Mar (así es como la llaman los que como “hembra” la aman), esta situación quedaba, a mi entender, más “suave y elegante”, por decir algo, con la frase “hijo de un cañón” (“bastardo”)
Veréis. Hay varias versiones sobre el origen de esta expresión, pero al parecer, la que más adeptos tiene, es la que comienza a partir del siglo XV, cuando la presencia femenina participó en muchas, variadas y continuas ocasiones en la Conquista y Colonización de América.
Esta frase tuvo su origen en las fuerzas navales, en esa época en que las mujeres podían embarcar acompañando a sus maridos a bordo.
Sin los conocimientos que tienen hoy día, sobre el proceso del embarazo y la casi absoluta certeza de cuando se puede producir el parto, y las larguísimas singladuras que tenían que sufrir los navegantes, no era raro que la mujer que se encontraba en el estado de gravidez se encontrara en el momento de “dar a luz”.
Entonces se apartaba y aclaraba un sector de la “andana” (cubierta de cañones), y se preparaba el lugar como zona de parto.
Si el infante nacido era hijo de algún miembro de la tripulación, ya fueran oficiales o marineros, se anotaba el evento, con el nombre del buque, las coordenadas y nombre y apellidos del neonato.
En el caso de que el niño fuera de padre desconocido, la burocracia empleada era la misma, excepto al llegar a la filiación del infante se anotaba su nombre más, “hijo de un cañón”.
Otra explicación es que se trata de un término genérico para los hijos ilegítimos de militares en tierras lejanas.
A mi me gusta mas la primera.
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista amigos.
Fernando Suárez Cué
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