El Concejo de Llanes cuenta con muchos ejemplos del servicio a la comunidad de los indianos, como la Iglesia de Porrúa, que se levantó
gracias al esfuerzo de los porruanos residentes en México y que está bajo la advocación de San Julián y Santa Basilisa.
Fue inaugurada el domingo 29 de abril de 1906, habiendo comenzado las obras el año anterior.
El templo, de estilo gótico, tuvo como maestro práctico constructor de obras a Nicolás Rumayor.
Al primer golpe de vista, los ojos se van a la esbelta torre, copia de la de la Iglesia de Peñacastillo (Santander), pues al parecer a los indianos, que costearon el templo, les gustaba mucho esa iglesia que veían desde el tren al venir para Porrúa tras desembarcar en la capital cántabra.
El interior del templo no estaba terminado cuando se inauguró, aunque disponía del Altar Mayor y estaba muy adelantado el de la Purísima.
Tras la solemne bendición del templo, se procedió a la misa que ofició el presbítero don Gerardo Zapico, ayudado por don Domingo Caso, beneficiado de la Basílica de Covadonga, y el Sr. Arcipreste. Estando el sermón a cargo del párroco de Vibaño, que agradeció la generosidad de los indianos de Porrúa, de todos los porruanos y también el esfuerzo del párroco anterior, que no llegó a ver la Iglesia terminada.
En la parte musical intervinieron don Manuel Velázquez, bajo de la Catedral de Oviedo, y de don Fermín Álvarez, contralto de la misma, acompañados por el armonio del afamado organista, don Víctor Sanz.
Y en la fiesta profana, que tuvo lugar en los bajos de la escuela, intervino, además de la Banda de Música de Llanes, el famoso gaitero Candolias.
En 2006, los porruanos celebraron el centenario de su Iglesia Parroquial, destacando la ofrenda de una tarta descomunal con 100 velas que portaron hasta el Altar Mayor Mari Lupe Romano Haces y Urbelina Sordo Sobrino. Y, también, el homenaje a María Tamés, por su dedicación a la conservación y cuidado de la Iglesia.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imagen, Valentín Orejas
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