Rolar: Del latín “rotulāre”: Dar vueltas en círculo.
Lonja: Del francés “loge”. Genéricamente “edificio en el que se juntan mercaderes para subastas”, pero en nuestro caso, “abrigo de pesqueros para el mal tiempo y un excelente punto de venta para el pescado y marisco”.
Tradicionalmente la venta del pescado se hacía partiendo de un precio e ir bajándolo poco a poco.
Como la voz del subastador podía confundir a los presentes, parece ser que se empleaba una rueda colocada verticalmente y en un sitio bien visible, que estaba dividida en “quesitos”, cada uno con la cantidad en que se iba a bajar el precio del producto.
Empezaba la subasta con un precio determinado y si a nadie le interesaba, empezaba a girar la rueda (rolaba), bajando de descuento en descuento y marcando por lo tanto el nuevo precio. Así hasta que a alguno de los presentes le interesa y se declaraba comprador, parando la subasta a su favor.
Otra explicación, es la que cuenta que los compradores se colocaban formando una “rueda”, alrededor del vendedor.
Como ya sabemos las Lonjas de pescado no pueden vender su producto al consumidor final, por lo tanto, el primer requisito para los compradores en Lonja será disponer de una licencia que acredite su actividad comercial (mayorista, minorista o establecimiento hostelero).
Para terminar, decir que La Rula es una acepción muy asturiana, y que yo sepa, solo se emplea en nuestra comunidad, diferenciándola así de “La Lonja”, pues La Rula…. “Es el distintivo para diferenciar el pescado y marisco asturiano, pescado en el día y capturado por embarcaciones artesanales y con artes sostenibles.
También tiene otra acepción, como “funcionar” o “marchar” … “Que bien “rula” el motor de la tu lancha.
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista.
Fernando Suárez Cué
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