Manuel Antolín, que era el nombre de quien era conocido como Manolo “El Marigordo”, fue un llanisco simpático y dicharachero.
En su tienda, situada frente a la Confitería Vega, podían adquirirse desde los mejores huevos de aldea, pasando por hortalizas, legumbres, frutas y quesos, hasta cestería y un gran surtido de cerámica, de la que recuerdo especialmente las huchas que nos solían regalar a los críos.
Cuentan que, con anterioridad a la Guerra Civil, destacaban en los carnavales sus originales disfraces.
Vivió en un casa del Campu del Gatu.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imagen, “El Oriente de Asturia
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