-C Buenos días “chachu” … Pues llegaste bien a tiempo, porque ya nos vamos.
¿Qué te pasa que vienes como muy pensativu?
-F Nada que venía mirando las lanchas y me fijaba en la cantidad de ellas que, a parte del nombre de alguna virgen o santo, llevan nombre de mujeres. Y me llamó la atención, “Luisa Mari”,” Mª Josefa”, “Beatriz”, “Eloína”, “María José”, “Magdalena”, “Mariben”, “María Francisca”, “Sandra María”. En fin, cantidad de ellas, y me preguntaba la razón de esta nomenclatura tan generalizada.
P- No lo sabes porque no lo pensante, pues la razón es bien sencilla.
Verás, el origen de esta costumbre, por el que los marineros solían dar a las embarcaciones un nombre, era debido a que los barcos han sido tradicionalmente considerados como seres vivos, por lo que se les asignaba un nombre, al igual que a una persona o animal.
Esta creencia se remonta a tiempos antiguos, donde se pensaba que las embarcaciones tenían espíritus protectores que debían ser apaciguados con un nombre determinado, por lo que desde esos remotos tiempos los marineros bautizaban a sus embarcaciones con nombres femeninos como muestra de respeto y protección hacia ellas. La figura de la mujer, símbolo de belleza y misterio, se asociaba con cualidades deseables en un navío: fortaleza, belleza, lealtad y capacidad de guiar a través de aguas turbulentas.
F- Eso ya os lo dije yo hace mucho tiempo, el que los barcos tienen alma
Además, en un mundo como el de la pesca, que siempre fue predominantemente masculino, el poner a su lancha el nombre de una mujer, era visto como todo un detalle, además a los barcos solían recibir nombres femeninos por una combinación de factores históricos, culturales y de simbolismo.
Se cree que la mujer, en la tradición marinera, representa la protección y el cuidado, y dar un nombre femenino a un barco se considera un gesto de buena suerte y protección durante la navegación, por lo que, además, si se le daba el nombre de alguna querida mujer o niña de su familia, se encontraban algo familiar cerca de ellos, pues no olvidemos que la pesca de altura y gran altura representaba muchos días, meses, e inclusive años.
En realidad, durante muchos años la presencia de mujeres en los barcos estaba prohibida, motivo por el cual los capitanes decidieron poner el nombre de mujer al barco para que éste no tuviera celos.
Otra tradición considera los barcos como femeninos, refiriéndose a ellos como “ella”. Aunque pueda parecer extraño referirse a un objeto inanimado como “ella”, esta tradición se relaciona con la idea de una figura femenina, como una madre o una diosa, que guía y protege al barco y a su tripulación
El nombre de mujer para los barcos refleja la conexión emocional que existe entre los marineros y sus embarcaciones. Asignar un nombre femenino a un barco implicaba una relación de cuidado y respeto, ya que se creía que de esta forma se aseguraba una travesía segura y exitosa.
F- Bueno por lo menos ya me he hecho una buena idea.
T- Pues yo se otro motivo mejor y más realista del que nos ha contado, aquí el “academicu”, para poner nombres femeninos a las lanchas.
F- ¿A si? A ver.
T- Para nosotros la lancha es una mujer, “por lo que hay que pintarla, acicalarla y embellecerla, para que siempre presenten su lado más bello”.
“Jamás nos enseñan sus partes inferiores, como no sea al patrón y en condiciones muy especiales”.
“Cuando llegan a puerto, siempre se amarran a un fuerte y buen cabo”.
“Llevan el cargamento en su interior debidamente protegido, y cuando llega el momento, lo entregan sano y salvo”.
Por último… “hay que ser muy diestro y buen hombre para llevarlas”.
- Pues me gusta amigo. Tiene una lógica verdaderamente aplastante.
T- Es que tienes que hablar mas conmigo y dejar de hacerles caso a esta pandilla de “babayos”
C- ¿Concho paisanu! Debiste de quedarte bien completín… ¿Oiste?
Buenu, vamos para la Barra, que por aquí ya está todo el “pescau vendidu”.
R- Pues andando, que ya me tenéis un poquitín …
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista amigos.
Fernando Suárez Cué

Foto (1) La barquilla ‘Antonia’ (1957)

Foto (2) La bonita y marinera lancha ‘Luisa Mary’ de Francisco Herrero Melijosa (‘Tisto’) (1976)

Foto (3) Lancha _Eloina_ de _Tanislao_ (Estanislao Herrero Melijosa) (1965),
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