BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” AÑO 1935
“La protesta se hace cada vez más necesaria. Las obras de prolongación del espigón a la Osa, siguen sin dar comienzo.
Como es costumbre, se han hecho preparaciones exteriores con visos de tretralería, intentándose poner a flote el monolito varado en el Sablón, y otros pequeños detalles, sin importancia, para hacer ver que “se hace algo”.
Es decir, que como todos los años, se perderá el tiempo lastimosamente, deseprovechándose las ocasiones que ofrece la estación para reanudar las obras e intentar colocar el segundo cajón, que ya hace mucho tiempo que debía de estar fondeado en su sitio.
Por eso de la protesta, del malestar de cuantos con interés y cariño seguimos las obras de mejoramiento del puerto.
¿ A qué se espera ahora para darle principio por este año?
¿Se tiene la cantidad de elementos necesarios para que cuando estas se inicien nuevamente no tengan que paralizarse por falta de material?
No lo sabemos, pero casi aseguraríamos que no.
Por lo menos nada hay que lo denote.
Y así no puede ser. Un año más sin echar mano a las obras. Con los monolitos muertos de risa en Ribadesella y el Sablón.
Únicamente lo que se ha logrado, con la voladuras de la ría, de las peñas de la Media Luna, es poner el puerto en peligrosas condiciones de acceso, llenándose además el canal de piedras y arena, que son un peligro para las embarcaciones.
Sabemos bien que esta falta de diligencia no es imputable, ni mucho menos, al ingeniero del puerto. Es más, podemos afirmar, que el primer contrariado es él, y que de su parte, ha puesto cuantos medios están a su alcance para que las obras sigan”.
Imágenes, Archivo Fernando Suárez Cue
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