De izquierda a derecha son: Chelo, Lola, Amalia y Carmen
MUJERES DE REMANGU
Al toque de la sirena, antes de campana, las vendedoras de pescado acudían a la rula y si en la subasta no les tocaba nada, porque se lo llevaban los fabricantes de conservas o exportadores, se quedaban hasta que entrara la última embarcación. Además, en aquellos tiempos no se utilizaban cajas para el pescado, lo usual eran los zardos, que tenían forma circular y que se elaboraban con varas de mimbre. Una vez pesado el pescado, se les ayudaba a poner el zardo encima del rueño (aro de tela) sobre la cabeza, y abandonaban la rula, arrollándoles el agua que salía entre las varas.
Inmediatamente, pateaban la villa pregonando la mercancía, y una vez abastecida ésta se desplazaban a los pueblos del Concejo, en tren o a pie, incluso estando con embarazos avanzados.
Estas bravas, vigorosas y resueltas mujeres, cuyas voces anunciando la frescura del pescado muchos añoramos, fueron un modelo de laboriosidad y sacrificio y están indisolublemente vinculadas a la historia del puerto de Llanes.
Imagen, Archivo de Fernando Suárez Cue
0 comentarios