BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” AÑO 2013
Hace ya tiempo que no se sabe que idear, que inventar para promocionar destinos, con el fin de dotarlos de atractivo turístico. Contando cada vez más en este sector lo que podríamos llamar vacaciones “quiméricas”, me refiero a la oferta de avistamiento de monstruos míticos, fantasmas, vampiros, alienígenas, ovnis…
A ese hilo, les cuento que he leído con gran asombro que el gobernador de una región siberiana de nombre
complicadísimo, ha ofrecido un millón de rublos como recompensa para quien encuentre al Yeti. Tan descabellada proposición está encuadrada en un proyecto para fomentar las visitas a ese lugar, convirtiendo al abominable hombre de las nieves, a quien ya le han adjudicado una cueva y un día en el calendario, en su reclamo.
En esta clase de publicidad para animar y cautivar a los turistas son pioneros en El Reino Unido, que llevan décadas ofreciendo hospedarse en sus más de mil castillos embrujados, en los que por las noches se pueden oír las cadenas que arrastran los fantasmas e incluso encontrarlos de frente en los pasillos.
Junto a los fantasmas no faltan los vampiros. Esos terroríficos seres de afilados colmillos, con el legendario Drácula a la cabeza, han popularizado la región rumana de Transilvania, en la que supuestamente habitaban.
También juegan un papel importante en esta clase de turismo los lugares donde se dice que hubo avistamientos de ovnis, como Noruega, México, Chile.. y hasta Los Ángeles. Si bien la estrella,en cuanto monstruos míticos se refiere, sin lugar a dudas, es Nessie, habitante del oscuro lago Ness. La leyenda de esta entrañable criatura lacustre, desde que en 1934 fue “fotografiado” por un médico londinense, no ha dejado de crecer y ha logrado atraer a millones de turistas a esa parte de Escocia, en número muy superior a los que se acercan para
relajarse y pescar.
Es una lástima que en el concejo de Llanes no contemos con algún animal mitológico: un gigantesco reptil volador, con su morada en la cueva del Taleru; una persuasiva sirena de ondulados cabellos rubios, que se asomara a la superficie en la playa de Ballota; un amigable dragón de plumaje brillante que transitara por El Cuera… Eso si, que únicamente estuvieran por aquí en invierno, que en verano se fueran de vacaciones…
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