En el libro “Sur de la Villa de Llanes”, fantasea Antonio Celorio Méndez-Trelles con que en una higuera sita en el barrio de las Barqueras, de Llanes, propiedad de Emeterio Soberrón, aposentador del inquisidor general en el virreinato de Nueva Granada, se ahorcó un beneficiado simple de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción a causa de desafortunados amores con la hija del Procurador síndico general de la Villa y el Concejo y, del susto, quedaron petrificadas unas sirenas en una ventana de la casa de Juan Pariente Posada Valdés, señor de la Casa del Valle.
Imagen, Valentín Orejas
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