En la calle Castillo, donde estuvo “Calzados Gómez” de las recordadas hermanas Lina e Ito Gómez Lavandero y que en la actualidad alberga una tienda de telefonía, inauguró, en febrero de 1897, Pedro Fernández una fábrica de sombreros.
Aquellos sombreros, que se confeccionaban con paños ingleses de primera calidad, pronto empezaron a adquirir fama, no solamente en Llanes, sino que la marca “Pedro Fernández” se extendió por toda España y países hispanoamericanos debido a que cuando los indianos regresaban a América, lo hacían tocados con sombreros fabricados en la villa llanisca.
Pero llegada la crisis de esta prenda, en sus diferentes tipos, calabrés, copa, hongo, chambergo, poniéndose de moda las viseras y boinas, nuestro sombrerero no tuvo más remedio que alternar la venta de sombreros con la del calzado, además de paraguas, sombrillas, guantes, bastones, abanicos y corbatas, para mantener a flote su negocio.
Según nos cuenta Elías Soto Argüelles en una colaboración del semanario local, este singular negocio fue cogido en traspaso por el cántabro Vicente Gómez, un muy buen artesano en la confección manual de zapatos y botas a medida, que tenía su taller en las inmediaciones de la fábrica de Pedro Fernández.
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas”
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