El día 26 de junio de 1923, los hermanos Fernández Trespalacios, Pepe, Benjamín y Luis, que luego sería secretario de la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes, estando paseando por el puerto, oyeron voces de que había caído un crío al agua. Amarrado al muelle se encontraba un barco de vapor y Pablo Martínez, Pablito, había desaparecido bajo la quilla arrastrado por la resaca. Pepe se tiró al agua y se caló para buscarlo. Cada vez que salía a respirar, la gente que se fue congregando, le indicaban con gritos y gestos el lugar donde se presumía que estaba.
Por fin, salió Pepe con Pablito y a remolque lo sacó por la rampa, acabando todo felizmente.
“El Oriente de Asturias” resaltaba que a pesar de estar el muelle lleno de gente, nadie hizo ademán de lanzarse al agua, a no ser el joven Pepe Fernández Trepalacios, que contaba por entonces con 12 años de edad.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
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