Recogido por Fernando Suárez Cué
“Un día histórico para Llanes. Reposición de la placa conmemorativa de la estancia de Carlos I de España y V de Alemania en nuestra Villa”.
Tras el viaje desde Ribadesella hasta Llanes, pasa su primera noche llanisca el sábado 26 de septiembre de 1517.
El domingo 27 Carlos I oirá misa en la iglesia mayor y, ya por la tarde, presenciará una nueva corrida de toros, la tercera de su periplo asturiano tras las de Villaviciosa y Ribadesella, en lo que halló “gran diversión”. Este hecho quedo conmemorado, por una placa de madera colocada sobre la fachada de la casa del alcaide Juan Pariente, el que fue su anfitrión.
Su estancia en Llanes resulta placentera, con una entrega del pueblo que tiende un manto sobre cualquier carencia.
Esta placa de bronce, copia de la original en madera, fue costeada, así como su reposición en 1985, por un grupo de llaniscos amantes de su historia local, siendo un día histórico para Llanes, bajo el siguiente pregón.
“Dignísimas autoridades, queridos amigos:
Hoy es un día histórico porque la reposición de esta placa equivale a un mensaje que los que vivimos a finales de este siglo, lanzamos a las generaciones de siglos venideros.
En 1940, hace 45 años, tuve ocasión de mirar por primera vez, en mi vida, en el primer piso de esta casa la hermosa tabla., cuya versión en bronce reponemos hoy en esta pared.
Desde aquel momento me acompañó la idea de que debería estar expuesta para el público, para goce de todos. Hoy, después de casi medio siglo, tengo la inmensa satisfacción y alegría de ver convertida en realidad tal idea. La realización de la miisma se inició con la carta que le escribí en 1983, a la actual poseedora de la citada tabla y con la formación y con la formación, después, de una pequeña comisión de llaniscos que la visitamos en su casa de Arriondas, con la intención de lograr que vuelva a Llanes tal pieza, que en mi opinión tiene cuatro siglos y medio de antigüedad.
Durante unos 300 años estuvo en una de las paredes exteriores de esta casa. Esperemos que esta de bronce la supere en siglos.
La belleza de la placa original ha sido considerablemente acentuada en la copia mediante el marco diseñado con notable acierto `por el escultor y pintor llanisco Emilio Sobrino Mier. Él ya había dado pruebas de su gran capacidad artística en la estatua de Posada Herrera, salida generosamente de sus manos y que tanto carácter da a nuestro parque.
En 1964 se celebró el acto del descubrimiento de tal estatua y una vez concluido me conto Emilio Sobrino que el ilustre historiador llanisco Fernando Carrera Diaz Ibargüen, le dijo que el siguiente objetivo debería ser la reposición de la placa de Carlos I, en lo que ambos se mostraron muy de acuerdo. Hubiera sido para él muy grato asistir a este acto, así como para los historiadores llaniscos, también ya fallecidos: Francisco Mijares Mijares, Manuel García Mijares y Vicente pedregal Galguera, así como para Ángel de la Moría, Demetrio Pola Varela y su hijo Ángel Pola, todos los cuales trataron de nuestras cosas con tanto cariño: tributemos en esta ocasión histórica un homenaje a su memoria.
De esta placa, que dentro de unos instantes vamos a descubrir, se puede decir que a partir de hoy constituirá la “tarjeta de visita” de Llanes y un motivo mas de atracción turística en nuestra villa. La visión de ella, como de toda obre histórico artística serena el ánimo, nos traslada a otros tiempos y nos alivia así un tanto de las tentaciones de la vida presente, ya que la conjunción de arte e historia, como aquí se da nos produce una balsámica evasión. De ahí la valoración creciente de los museos.
No es tan solo una placa que conmemora la estancia de un Rey de España entre nosotros, sino que por su tamaño y belleza simboliza el señorío de Llanes, porque Llanes fue, es y será siempre y ante todo un pueblo señor.
Somos los llaniscos un pueblo hermanado por el señorío, donde no hay mas diferencia entre ricos y pobres, altos y bajos, que, en el dinero, porque en cuanto a ser señores somos en Llanes todos iguales, especialmente, el sencillo pueblo generoso. Y solo es señor quien es generoso, tal y como lo está ahora mismo demostrando todo el pueblo de Llanes con sus donativos al Asilo, para aliviarle en su situación actual.
Llanes fue siempre, además, un pueblo libre al que el Rey de León Alfonso IX reconoció sus libertades el año 1206. Siempre dependió tan solo de la Corona y no de un Señor territorial. Fue una villa de realengo, y su importancia histórica fue considerable.
Cuando el mencionado Rey Alfonso IX se propuso crear una plaza fuerte entre San Vicente de la barquera y Gijón, se decidió por Llanes. En los tiempos en que la primitiva tabla se confeccionó – creo que hacia 1518 – la jurisdicción del Alcalde de Llanes llegaba hasta Infiesto, y el Concejo de Llanes, junto al de Oviedo y Avilés, era uno de los tres concejos mas importantes de Asturias, ocupando el representante de llanes en las Juntas del Principado el segundo sitio.
Y porque vivir es volver a ver, como diría Azorín, ahora estamos asistiendo a la recuperación de la antigua importancia de llanes gracias, entre otras cosas, al esfuerzo de nuestros ediles presididos por José Enrique Rozas Guijarro, hombre de pocas palabras, pero de hechos. Poco a poco él está convirtiendo a Llanes turísticamente en la Marbella del Norte, pero con la ventaja de contar con una parte medieval que él sabiamente está recuperando y por lo que merece ser felicitado.
Con él, Llanes se ha convertido en Universidad de Verano y sabe muy bien por otro lado que la pureza del aire y del mar, el verde, el borde de la costa abierto a todos y las playas, son el principal secreto de la atracción creciente que ejerce Llanes, y que cualquier atentado contra estos elementos es matar la gallina de los huevos de oro.
Junto a la nobleza, los llaniscos estamos orgullosos de la valentía de nuestros antepasados: hubo llaniscos en todos los hechos mas importantes de la Historia de España: desde el inicio de la Reconquista hasta su terminación, pasando por la conquista de Sevilla en el siglo XIII, descubrimiento y exploración del Amazonas, conquista de La Florida y participación en la Gran Armada de Felipe II, de la qiue formaron parte tres navíos fletados en Llanes – el San Nicolás, el Santa Ana y el San Telmo – y tripulados por 65 llaniscos (en la pequeña isla alemana del mar del Norte, en Spiekeroog, donde estudia mi hijo Felipe, hay en la iglesia del único pueblo existente un resto de un barco español que en 1588 encalló allí representado por una Dolorosa en madera que sostiene a Cristo yacente. Que gran casualidad sería que hubiese pertenecido a la capilla de uno de los tres barcos llaniscos).
Otros hechos de armas fueron la defensa constante y victoriosa de Llanes durante siglos frente a los piratas (qué gran acierto seria volver a poner los cañones en las viejas troneras del Fuerte – antiguamente denominado Casa del Rey – y la participación en la Guerra de la Independencia.
Y hablando e valentía hemos de citar a nuestro Gremio de mareantes, cuna de los muchos hombres de mar que dio Llanes y cuna también de nuestros pescadores de ballenas durante siglos.
Fue, además, Llanes siempre leal a la Corona y tal lealdad fue recompensada por los Reyes durante 500 años con el reconocimiento de sus libertades recogidas en su Fuero a excepción de este Rey de la placa, Carlos I, al que los llaniscos no reconocieron por vivir aún su madre Doña Juana (el que en la placa se diga “el Rey Carlos” prueba que después de las Cortes de Valladolid en 1518, en las que fue jurado como Rey de España, los llaniscos le tuvieron por tal, así como lo prueba que la placa fue hecha después de la celebración de tales Cortes).
En vista de todo lo dicho, si los tiempos fueran otros sería justo poner en el escudo de llanes los tres adjetivos que definen su personalidad: NOBLE, VALIENTE, LEAL.
Llanes dio notables hombres en el pasado; aparte de Posada Herrera, Juan pariente, el hombre mencionado en la placa, fue Contador Mayor en el siglo XV de los Reyes Juan II y Enrique IV. Juan pariente está enterrado junto a su mujer Doña Mayor de Nava en la capilla de la Trinidad de nuestra basílica, el templo mas hermoso de Asturias, después de la Catedral Basílica de San Salvador en Oviedo. La casa de Juan Pariente entroncó con la de Duque de Estrada que no es título nobiliario sino dos apellidos) y después con la de Rubín de Celis, cuyo representante se halla presente aquí en este acto. Un Duque de Estrada fue comisionado por los Reyes católicos para dar cuenta en Roma al Papa Inocencio VII de la toma de Granada.
Tiene además otro significado esta placa. Carlos I fue el primer gran europeo, que se propuso en el siglo XVI lograr la unidad de una Europa en vías de desintegración, y lograrla sobre las bases establecidas por otro Carlos, Carlomagno, a caballo entre los siglos IX y X. Y este año de 1985 es el de la reincorporación de España a la tarea reunificadora europea, precisamente en el reinado de otro Carlos, Juan Carlos I.
Decir como se ha dicho, a raíz de nuestro ingreso en la Europa Unida, que ahora somos europeos, es como para sonreírse. No hay país en Europa con más títulos de europeidad que España: hemos regalado a Europa y a la humanidad medio planeta, hemos sido los autores de la segunda hora de la Modernidad europea, habiendo sido España el eje de Europa durante mas de un siglo – de 1526 a 1648 – desde España. Hemos llevado en su día a América toda la cultura europea de aquellos tiempos, hecho que, para Ranke, es el mas extraordinario de la Historia universal. España prolongó Europa en América. Carlos i de España y V de Alemania fue el único Emperador que unió dos Continentes: Europa y América. El trató de hispanizar a Europa y europeizó a América.
Con la imaginación podemos ver la llegada de Carlos I y de su hermana Leonor – más tarde Reina de Francia – a esta casa la tarde del sábado 26 de septiembre de 1517. Con sus 17 años es casi un niño y pronto será el Emperador mas poderoso de todos los tiempos. El que llegara a ser Rey de España fue obra directísima de la Providencia. Tres muertes tuvieron que ocurrir para ello: la del Príncipe juan, en 1497, la de la hermana de este príncipe, la Princesa Isabel, en 1498, y la del hijo de Isabel, el Príncipe Miguel, en 1500. Providencial se nos antoja también su desembarco en Tazones, a donde le llevó una tempestad, en lugar de en Laredo a donde se dirigía procedente de Flessinga (Flades).
Sin las citadas tres muertes el mundo hubiera sido otro: no habría habido ni Concilio de Trento ni Contrarreforma, de tanta importancia en el desarrollo de la Humanidad. Y sin el desembarco en Tazones no se hubiera puesto en contacto con esta brava tierra asturiana del comienzo de la Reconquista que tanto le impresionó. Una reconquista fue después su obra: no solo luchó contra el Islam, sino, además, contra la desintegración del medieval del Sacro Imperio con sus dos instituciones supremas, el Papa y el Emperador. Es como si en su contacto con Asturias hubiera recibido la inspiración reconquistadora.
Cuando llegó a Llanes, no hablaba ni una palabra de español, pero 18 años más tarde, en Roma, en 1536, ante el Consistorio presidido por el Papa Pablo II lanzó su acusación contra Francisco I de Francia en español, y cuando alguien, sorprendido de que el Emperador no usase el francés, repuso que no se esperase que saliesen de su boca “otras palabras que de mi lengua española”, la cual es tan noble que merece ser sabida y entendida de toda la gente cristiana, proclamando así el español lengua de la Cristiandad.
Carlos I llegó a Llanes en calidad de soberano de los Países bajos, Flandes, Brabante, Tirol, y las Dos Sicilias, de Duque de Borgoña, cuyo símbolo junto al de Austria y otros, figura en nuestra placa, que es así como un embrión de la Europa unida y no sabía el español porque intencionadamente, no se la habían enseñado en la corte de Bruselas con vistas a que España y América fuesen gobernadas desde allí.
Pero nunca mejor dicho aquello de “salir el tiro por la culata”, pues esto fue lo que les ocurrió a los flamencos. En 1520, ya el Emperador de Alemania, en las Cortes de la Coruña de ese año, antes de embarcarse para ir a este país, proclamó solemnemente a través del obispo de Mota, de Badajoz, su decisión de hacer de España el centro del Imperio. El hechizo de España le había captado en el corto espacio de tres años, y naturalmente la sangre, pues no en balde era nieto de los Reyes Católicos.
Cuando dentro de cien años. En 2085 publique “El Oriente de Asturias” la fotografía de este acto en su tan emotiva sección “La foto y su historia” tal vez no estaremos en este mundo todos los aquí presentes, pero la placa probablemente sí. Muchas cosas habrán cambiado para entonces, por ejemplo, en la cabecera de “El Oriente de Asturias” no se dirá tan solo “Decano de la prensa asturiana”, sino, “Decano de los semanarios de la Europa unida, y el Oriente tendrá para aquel entonces 218 años.
No esperemos tanto tiempo para premiar los muchos años de defensa de los interesas culturales y materiales de Llanes y su Concejo. Concedámosle ahora al Periódico y a su director Manuel Maya Conde, la Medalla de Oro de Llanes por su entrega total y permanente a dicha defensa y por hacer posible el “milagro” semanal de su publicación y el de los 23 libros que lleva hasta ahora sobre temas de llanes. Y no quiero dejar de mencionar a este respecto a UCA, esa fuerza de la Naturaleza venida a Llanes desde las tierras iniciales de la Reconquista que siempre está al servicio de toda idea noble.
Por lo demás, nos haría mucha falta iniciar otra Reconquista, de tipo moral, para liberar al mundo del materialismo que les ha invadido y que le está destruyendo.
Muchas gracias a todos los que han colaborado con sus donativos, especialmente a esa benemérita institución de la Caja de Ahorros de Asturias, mecenas constante del bien común,+ y a Don Carlos prieto, que desde México nos ha enviado tan espléndido donativo. Y muchas gracias especiales a las personas modestas que a pesar de la carestía de la vida no han querido dejar pasar la ocasión de mostrar su gran amor a Llanes.
Gran elogio merece Manuel Gutiérrez Capilla, de Manzaneda, Concejo de Gozón, por la perfección con la que realizó esta copia en bronce. Y no quiero dejar de mencionar a León García Fervienza, hombre concienzudo y amante de kl obra bien hecha, por el amor con que labró la piedra del marco y colocó la pesada placa en la pared. Y gracias, finalmente a Doña Estefanía Suárez Coya Faes, Vda. De Castañón por habernos dejado la placa de madera y de cuya bondad y amor a Llanes, su villa natal, espero que algún día le done al Ayuntamiento con destino al futuro Museo de Llanes.
Una vez descorrida la bandera nacional estoy con mucho gusto a disposición de quien desee saber algo respecto a la placa y a su significado. Esta placa es un mensaje nuestro a las generaciones de los siglos venideros. En ella se dice que fue costeada por un grupo de llaniscos, es decir, por un grupo abierto a todos, al que se pertenece dando un donativo por pequeño que sea, como algunos han hecho.
Y en cuanto a los llaniscos digamos con Rodrigo Grossi que hay tres clases de llaniscos: los de nación, los de adopción y los de corazón.
+A la Universidad de Oviedo y a su Vicerrector Ignacio Ruiz de la Peña
Este anónimo grupo al que hace referencia la placa esta formado por estos últimos, por os de corazón: es la placa de los llaniscos de corazón sin importar donde han nacido. Y hasta ahora somos 195.
Yo envié diez kilos de grandes sobres con una fotocopia adentro en la que se explicó este proyecto de reposición de la placa a ochocientos y pico llaniscos de las tres citadas clases. Si a alguien no se lo envié le presento mis disculpas: fue un fallo mío no mala voluntad.
He dicho.
José Luis Mijares Gavito.
Llanes, 15 de Agosto de 1985, día de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona de llanes.
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista amigos.
Fernando Suárez Cué
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