Eulogio Cue Inés, Logio, que era hijo de Ildefonso Cue Sordo y María Inés García, nació el 1 de mayo de 1916 en el seno de una familia de pescadores del barrio llanisco de Cimadevilla. Empezó muy joven a salir a la mar a bordo de la embarcación “La Troya”. Antes, con apenas ocho años, fue “el lazarillo” de su padre, que había perdido la vista. Estuvo enrolado como tripulante en casi todas las lanchas de Llanes: “La Socorro 1”, “Virgen María”, “El Orinoco”, “Virgen del Rosario”, “Rita García”, “San Pedro”, “Migarreña”, “La Castaña”…
Alternó las labores pesqueras, ya por sí muy duras, con otros no menos duros trabajos complementarios, como descargar vagones enteros del tren, repartir carbón por las casas, así como ser sereno en el Paseo de San Pedro y portero de noche en un hotel.
Cuando la enfermedad reumática invadió sus articulaciones no le quedó más remedio que hacer otros trabajos y comenzó a hacer aparejos ayudado por su hijo Logín, aquejado de una minusvalía. El chaval, fallecido en el año 1989, hacía esos utensilios a la perfección y nunca se cansaba, según recordaba su padre emocionado.
Las dos figuras, el padre y el hijo, siempre juntos y desprendiendo ternura y humanidad, se hicieron familiares y muy queridos en la villa llanisca.
También, fue Logio un deportista excepcional, se decía que bogaba como los ángeles. A finales de los años 40 ganó en dos ocasiones el Descenso del Sella, tres años quedó campeón del Descenso de Villaviciosa, en el que superó al padre de Herminio Menéndez, un consumado palista.
Poco antes de su muerte, en el año 1994, recibió el galardón de la Peña “Cueto Molín”.
Falleció en Llanes a los 79 años de edad, sin haber visto la terminación de las obras del puerto, las cuales seguía diariamente desde San Antón.
Le sobrevivieron tres hijos: Celestino, Juan José y Marlene.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, Celestino Cue
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