Joaquina Bustinza, cabeza visible de cinco generaciones y que este año ha cumplido 90 años, nació en el Barrio Bustillo el 25 de enero de 1932.
Era hija de Gabino, marinero, de Llanes, que tras un accidente pasó a trabajar en la Rula, y de Matilde, labradora y natural de Cue.
Su infancia fue muy difícil, pues su padre perdió una pierna, al explotar un motor de un barco, y su madre cayó enferma. Sin embargo, nuestra protagonista supo enfrentarse a los golpes de la vida con fuerza y valor.
Así, a los 11 años comenzó a trabajar en el servicio doméstico en la villa, y a los 16 lo hizo en San Roque del Acebal para dos familias.
Más tarde, pateó el Concejo vendiendo alpargatas de una fábrica de Llanes. Seguidamente, se trasladó a San Sebastián, donde estuvo empleada en fábricas de salazón de anchoa y bacalao.
Allí, se casó con un marinero de pesca de altura y tuvieron cinco hijos. Después, regresó a Llanes y se dedicó a vender pescado por los concejos de las Peñamelleras, Ribadedeva y también en Llanes.
En el año 1970, la familia emigró a Bélgica, país a donde su hija mayor se había trasladado con anterioridad. En dicha nación europea, residieron durante más de dos décadas.
A los 76 años, en el año 2008, fue distinguida su trayectoria humana y profesional por el Ayuntamiento de Llanes.
En la actualidad, vive en la Residencia del ERA de la calle Nemesio Sobrino, y los días que no llueve es habitual verla en alguna terraza de la villa en compañía de muchos de los miembros de su numerosa familia.
Imagen, Valentín Orejas
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