Juan Noriega Sordo, vecino de Cue, emigró a México, a donde ya se habían trasladado en 1886 sus hermanos, Pedro y Eduardo, e hizo una gran fortuna.
En 1922, compró una finca, denominada “Los Barquitos”, sita en la Concepción, a otro indiano dedicado al transporte mercante. Y al año siguiente, exactamente el 2 de julio de 1923, se le autorizó por el Consistorio Llanisco a edificar en dicha propiedad una casa pagando por derechos municipales la cantidad de 30 pesetas.
En enero de 1924, se concede a don Juan autorización para conectar la alcantarilla de su casa a la alcantarilla general de la carretera del Estado.
Enfrente de dicha casa, en terreno con el mismo origen y de la misma propiedad, se alzó, en el año 2002, el Hotel “La Hacienda de Don Juan”, con características de las casas de indianos, y por el que se rinde homenaje a dicho indiano, tío del conocido llanisco Vicente Guitián.
Noriega se casó con Emilia Amieva y de dicho matrimonio no nació ningún hijo.
Este indiano encargó a Enrique Rodríguez Bustelo el proyecto de la casa. Este acreditado arquitecto había nacido en Noreña en el año 1885, y a lo largo de su trayectoria casi centenaria se ven reflejados todas las tendencias de la arquitectura española del siglo XX. Fue arquitecto Diocesano del Obispado de Oviedo y Municipal de esa ciudad. Contó con una importante clientela entre la nueva burguesía y los indianos, para los que realizó numerosos palacetes y chalés, como la casa de los Covos en Salinas y el de Francisco Pola en la Magdalena (Avilés)
Rodríguez Bustelo edificó para Juan Noriega, hombre tranquilo, tímido y no dado a los alardes, una casa de estilo Montañés, rectangular y de dos pisos, con amplia galería de columnas, pequeños chapiteles en los ángulos del tejado, fachada principal decorada con azulejos de Talavera y sencillas fachadas laterales con balcones de rejería de hierro y vanos adintelados.
La construcción está en una posición elevada respecto al entorno y se encuentra dentro de una gran finca delimitada por un muro de piedra y reja de fundición. Y no falta una gran palmera, uno de los símbolos de las casas de indianos.
La Casa de los Barquitos, también llamada la Quinta de Don Juan, fue hospedería desde 1992 a 2003.
Fuente, “Sur de la Villa de Llanes” y “El Oriente de Asturias”
Imágenes, Valentín Orejas
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