A la farmacia de Herminio Nachón, que fue inaugurada en los años 20 del siglo pasado, no le faltaba un solo detalle, destacando a la entrada un enorme sofá de terciopelo rojo y, sobre todo, unos preciosos tarros de fina porcelana que cubrían las estanterías.
José Manuel, el hijo del bondadoso Herminio, que repartía barritas de regaliz entre los niños, empezó farmacia pero no terminó la carrera.
Así que a la muerte de Nachón se hizo cargo la farmacéutica Clotilde García hasta 1940, año en el que se casó y se trasladó a vivir a Cangas de Onís.
El relevo lo cogió Mariano Buj, el cual conservó la estructura de aquella farmacia que tanto llamaba la atención,
Mariano contrajo matrimonio con María Dolores González, a la que llamábamos Lolina Buj, que era todo amabilidad, simpatía y generosidad. El matrimonio tuvo tres hijos, María Dolores, Ofelia y Mariano.
Al fallecimiento de su padre, Mariano Buj González pasó a regentar la farmacia, dándole un impulso de modernidad pero sin perder el encanto.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imagen, Valentín Orejas
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