Nuestra historia. “La Gran Señora”

por

Ya estaba en construcción el dique del espigón de “La Osa”, para proteger el puerto exterior de nuestra Villa (1933), cuando el Ingeniero Jefe,  D. José María Aguirre, tras dar forma a la controvertida idea, y enérgico impulso a ulteriores trámites administrativos, se decide a realizar el proyecto para construir una compuerta que se emplazaría en el muelle de Santiago, frente a la playina de “El Sablín”, en el punto denominado “entremuelles”, con el fin de retener las aguas del maloliente puerto interior que quedaba seco durante las bajamares, con la única aportación acuática del río “Carrocedo”, cuando forma el denominado “Riveru”.

Se encargan los planos (1931), para la construcción de una torre donde se asentará la futura compuerta.

Esta torre es un edificio construido en hormigón armado, y con una estructura de forma cuadrada de cuatro metros y veinte centímetros de ancho, y con las mismas medidas aproximadamente, de profundo. Porta una altura de 14 metros y cincuenta y cinco centímetros, teniendo sus paredes un grosor de treinta centímetros en el piso inferior y de veinte centímetros en los pisos medio y superior.

Consta la torre, cuya obra la realiza el contratista señor Alegría, de cinco separaciones perfectamente distinguibles, de las cuales, la inferior consta de dos arcos, que permiten el tránsito público, mientras la superior, provista de cuatro amplios ventanales para proporcionarle luz, es donde se asienta la máquina que mueve la cuchilla de la compuerta, en una habitación de una anchura de tres metros y ochenta centímetros, por cada lado

El acceso a la torre se realiza por medio de una escalera volada, que parte del paseo de San Antón, hasta la parte superior del edificio para manejo de la maquinaria.

En 1930, cuando el proyecto estaba más perfilado, visitó Llanes el industrial Luis Alonso Herrera, propietario de una importante fundición en Torrelavega y eventual proveedor de material (hierro fundido o laminado), para la construcción de La Compuerta.

Los trabajos de construcción, empezados en pleno verano de 1931, avanzarían muy lentamente, lo mismo que los efectuados para la prolongación del espigón hasta “La Osa”.

No es hasta el 25 de Julio de 1934, que no llega la cuchilla de la compuerta a Llanes, transportada en una gran gabarra, arrastrada por un remolcador.

En 1934 parecía próxima la fecha de su finalización, y la gente empezaba a preguntarse cuándo llegaría, por fin, el motor, pieza maestra de un proyecto de 1932 para mecanizar la maniobra del artilugio.

El motor no llegaría nunca. La Compuerta había sido concebida en los peores años posibles y parecía condenada al fracaso. No era una obra aislada, sino un complemento a remolque de las incontables dificultades técnicas y económicas que frenaban las obras del puerto, mientras se iban sucediendo los vaivenes de la II República, los efectos de la crisis económica crónica, la Revolución de Octubre, la Guerra Civil y las penurias de la posguerra.

No se llegó a inaugurar y nunca entró en funcionamiento (de ahí que algunos la vieran como un monumento a la inutilidad), pero adquirió desde el principio un claro protagonismo en el imaginario popular y una significación simbólica incontestable. Para Llanes, La Compuerta fue una inequívoca seña de identidad, al modo que lo es la “Torre Eiffel” para los parisinos en particular, y para los franceses en general.

La Barra del puerto se consiguió terminar en los años 40, en tanto La Compuerta quedaba en “entremuelles” como un juguete roto y sin estrenar.

La recordamos con añoranza. Inclusive desde su demolición en 1993-1994, un icono exclusivo de Llanes, que fue testigo de saleas, de costumbrismo, de pequeñas historias, de travesuras, más o menos peligrosas, como cuando desde su cuchilla y aprovechando unos salientes que tenía,  se lanzaban a la ría los rapaces, emulando a los famosos “clavistas” de la “Cortada de Acapulco”, o como cuando junto a ella organizaba Pedro Galguera Fernández, (“Pedrito”), campeonatos de “meadas”, en los que ocasionalmente tomaban parte señores de paso, captados en sobremesas del Bar del Muelle, regadas con buenos licores, para ver la potencia de sus próstatas.

Por último, voy a “contádevos”, una historia que me contaron y que es sumamente célebre.

Veréis. Una vez, en uno de los años 40, fue víctima de una trastada de “Pedrito” un industrial vasco, que andaba de visita por la Villa… “Esta torre es mía, y no sé qué coño hacer con ella. Tengo tantas ganas de perderla de vista que la vendería por lo que me dieran”, le comentó Pedrito, como el que no quiere la cosa, refiriéndose a La Compuerta. El vasco, parece ser que al instante picó como un “pardillo”, y se ofreció a comprar tan segura y oportuna ganga.

Cerraron el trato y lo celebraron a lo grande, por cuenta del forastero, en un buen restaurante. Al cabo de una semana, llegó a la villa un camión desde Bilbao, con obreros armados hasta los dientes de martillos, picos y palas, para iniciar el desguace de tan histórica obra de ingeniería.

Como podréis comprender, se armó la gran “marimorena”

Hasta la vista.

FERNANDO SUÁREZ CUÉ

Bibliografía:

”Antiguos Mareantes de Llanes” (D. Antonio Celorio Méndez-Trelles

Diario “La Nueva España”. (sábado 16 de febrero de 2019).

Artículos de Higinio del Rio

SI TE HA GUSTADO, COMPARTE...
Share

0 comentarios

Deja un comentario

  • EN TRUJILLO, UNA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA GUÍA
    Hace pocos días, callejeando por Trujillo, mientras nos deshacíamos en halagos de esta localidad de Cáceres en la que nació Pizarro y donde sus numerosas torres se recortan contra el cielo, nos llamó la atención  una placa que decía: “calle de la Virgen de la Guía”. Nos faltó tiempo para […]
  • NICOLÁS DE TERESA, UN LLANISCO PODEROSO
    En el barrio de Santa Ana, en la calle que lleva su nombre, nació, el día 25 de septiembre de 1818,  Nicolás Teresa Sánchez. Era hijo de José de Teresa y González Posada y Joaquina Sánchez Tamés. Siendo muy joven partió para México con el fin de interesarse por negocios […]
  • LA “CUEVA DE SAN ANTÓN”
    A bajamar, uno de los sitios a los que más me gustaba ir era a enredar en el arenal que quedaba a “punta de ola” entre la Tijerina y La Barra, con un dato muy curioso, que aún hoy en día no le encuentro ninguna explicación, y que era el […]
  • ¿SABÉIS CUÁNTOS MAESTROS CARPINTEROS DE RIBERA HABÍA EN EL CONCEJO DE LLANES EN EL SIGLO XVIII?
    En el libro “Concejo de Llanes Siglo XVIII”, del doctor e historiador Antonio Celorio Méndez-Trelles, en el capítulo dedicado a los artesanos de la madera, enumera los principales usos de madera en Llanes, designando que el roble, el castaño, el fresno y el avellano se utilizaban para piezas de embarcaciones, […]

  • All
  • Por : Fernando Suárez Cue

Share
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad