La plataforma continental que se extiende a todo lo largo de la casta asturiana en general, y la de Llanes en particular, presenta una suave pendiente (no superior al 1 %), desde la línea de tierra hasta unas, entre 20 y 50 millas, hasta alcanzar el talud abisal donde desciende a unos 200 metros.
Esta plataforma está constituida, por variadas zonas muy diferenciadas, pues las hay rocosas, de arena, praderías de algas, playas, cañones, y otras más de muy variadas y diferentes profundidades, las cuales contaban además con características diferentes, como podían ser, accidentes geográficos, diferencia en las temperaturas, distintas salinidades y corrientes.
Esta variedad, permitió a los antiguos pescadores de la Villa, poder contar con las diferentes especies marinas que se daban a lo largo de la costa y poder estudiar las peculiaridades de cada una de ellas, como eran los movimientos migratorios, sus hábitos reproductivos y sobre todo los caladeros donde por una razón u otra acostumbraban a concentrarse, y así poder a acceder a su captura con mayores conocimientos y precisión.
A partir de entonces, se empieza a desarrollar unos complejos y sofisticados sistemas, destinados a capturar las diferentes especies, y así, y por necesidad, se crean tres tipos de sistemas, pertrechos o avíos muy diferenciados entre sí. Son las redes, los anzuelos y líneas, y los instrumentos.
Las redes.
No es posible establecer con seguridad los orígenes de la pesca con redes de enmalle, pero es claro que, en una u otra forma, se vienen utilizando en todo el mundo desde hace varios milenios. Los principios y práctica de la pesca con redes de enmalle son tan elementales que parece plausible que estas redes hayan ido apareciendo independientemente en las diferentes partes del mundo. Pues bien, cierto es que ninguna nación ni territorio puede atribuirse con seguridad la introducción de este tipo de arte.
Son las redes, unos artilugios depurados y eficaces, compuestos por un armazón de lino (malla), con paños (cáñamo), de distintos “mallajes” o “luz”, para seleccionar los tamaños de las capturas, con la idea de “dejar salir” a los alevines o peces de menor tamaño.
Antiguamente, y a lo largo de su historia fueron hechas de materiales naturales que incluían hierba, fibras de árboles, lino y algodón, por lo que resultaba muy engorroso su mantenimiento, pues había que mantenerlos a base de tintes y grasas, después de su secado al aire.
Pero eso ya quedó para la historia, pues en la actualidad se utilizan materiales como la poliamida, nylon, o polietileno en diferentes formas como el “el “trenzado” (unión de varias fibras que se trenzan para formar un hilo más resistente y duradero), y “el torcido” (hilo compuesto por varios filamentos, denominado por x4, x8, indica el número de ellos por el que está compuesto, confiriendo una mayor resistencia con menor diámetro).
Las ventajas actuales de las redes de enmalle son fáciles de comprender. Son relativamente baratas, de poco peso y de fácil manejo, y sobre todo porque se pueden utilizar con embarcaciones de potencias motrices relativamente pequeñas, lo que se traduce en un mayor ahorro de combustible
Se mantienen este arte en vertical, debido a una línea de “plomos para calar” (relinga inferior), y una línea de boyas o “corchos para flotar” (relinga superior).
Las redes pueden ser “fijas”, largadas al fondo, como volantas, rasgos, trasmallo y miños, que se utilizan frecuentemente en aguas costeras y se fijan mediante anclas o estacas para impedir que se desplacen bajo el agua por la acción de las corrientes o mareas, o, por el contrario, las de “deriva”, que es la red de enmalle que no está fijada al fondo de la Mar, sino que se deja ir a la deriva para que se desplacen impulsadas por las corrientes o por el viento. como el albareque (cierta clase de red sardinera), y el jeito.
Estas redes, de deriva, se utilizan generalmente por la noche, ya que entonces las mallas de la red resultan menos visibles para los peces, y pueden dejarse libremente para que deriven y recuperarlas más tarde, o se pueden fijar a un extremo de la embarcación pesquera, y derivar ambas.
Si entramos en el interior de un “pañol”, (cada uno de los compartimentos que se hacen en buque, o almacén en tierra, para guardar provisiones y pertrechos), o “bodega”, nos llamará la atención la diversidad de elementos que allí se guardan. Trallas, plomos, corchos, gallos y sobre todo redes de enmalle. redes gordas y redes finas, red de acedía, de langostino, arte de breca, trasmallo, cazonal, diversidad de materiales -de hilo y de plástico-, de claros de malla –unas más ciegas, otras más claras- y de grosor de hilo – -.que nos permitirá comprender cómo los pescadores, según la temporada de pesca, eligen un arte para perseguir a un conjunto de especies y sus tamaños más apropiados.
Para proteger las redes, los contenedores se cubren con mantas de vivos colores, o con los mismos copos de las redes de malla más doble y tupida
Pero volvamos a las redes de deriva, o las también denominadas “redes fantasmas”, que son auténticas redes criminales, prohibidas pero consentidas, que continúan devastando los mares en todo el mundo, siendo un verdadero peligro para los animales marinos por la posición en la que actúan, ya que, al estar cerca de la superficie, atrapan indiscriminadamente y aunque solo sea de una forma incidental, a animales de respiración aérea como cetáceos, tortugas, focas, aves marinas, que al no poder salir a respirar, sufren la terrible muerte por ahogo, además de atrapar grandes peces como tiburones, marlines o atunes, e inclusive son un peligro para los mismos barcos el enredarse en ellas hélices y timones.
Los tiburones y los delfines se sienten atraídos por la lucha de los peces capturados y al querer cogerlos, quedan enredados, siendo este su otro problema adicional, ya que que estas artes de pesca cuando son abandonadas quedan en el olvido, y siguen capturando cualquier tipo de vida marina que se cruce en sus caminos, pudiendo seguir matando a muchos animales mediante esta «pesca fantasma». De ahí su ya citado sobrenombre.
Por eso podemos estar orgullosos de que la marinería responsable de embarcaciones como las que tiene su base en nuestro puerto, san las más cuidadosas, tanto con la sostenibilidad de la pesca, como sobre el cuidado del medio ambiente, pues son muy conscientes de que la pesca, que es un medio de vida y fuente de ingresos para alrededor de 12 millones de personas en todo el mundo, la inmensa mayoría de ellos, es decir, el 90%, lo hacen en pequeñas embarcaciones, lo que les permite el largado, alado y guardado de sus artes, cuando ya no las usan, evitando así que navegando a su albedrío, arrasen con todo lo que encuentren a su paso. de estas artes
Por último y siendo conocedores de que el “Fondo Mundial para la Naturaleza” (World Wide Fund for Nature) WWF, ha declarado que la captura incidental de animales no deseados en el Mar, conocida como “captura incidental”, se traduce en una muerte cada dos minutos de ballenas pequeñas, delfines y marsopas.
Dicho esto, la pregunta que podemos hacer y muy difícil de contestar, es:
Y a ti… ¿Se te ocurre alguna otra forma de evitar que las redes de pesca vuelvan a la Mar?
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista amigos.
Fernando Suárez Cué
Pesca sostenible en la Almadraba de Zahara de los Atunes (Cádiz)
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