Escribía Vicente Pedregal Galguera, en “El Oriente de Asturias”, que ante las pequeñas dimensiones de nuestro puerto parecería cuento la historia, si no fuera por la documentación existente del Gremio de Mareantes.
Así, está acreditado que aquel diminuto puerto albergaba intrépidos pescadores que figuraron en gloriosas expediciones y en las adversas, cual “La invencible”, con barcos fletados por su Cabildo.
Sus quiñones constituyeron durante muchos siglos el único recurso financiero del Concejo y los productos de la pesca de la ballena, su mayor ingreso.
Aquellos marineros fueron el alma de Llanes.
Imagen, Archivo Fernando Suárez Cue
0 comentarios