El Cabildo de la Cofradía de Mareantes de San Nicolás, antecesora de la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes, además de sostener los servicios más variados, como ya hemos contando, socorría a los cofrades con motivo de las defunciones de familia; indemnizaba a los perjudicados en sus embarcaciones o bienes con motivo de actos de piratería o defensa de costas. Pagaba a los que se turnaban en atalayar los puntos estratégicos en previsión de ataques y peligros procedentes del mar. Sostenía “un mozalbete despertador” que había de llamar a las horas de embarque o tañir la campanilla callejera para las Juntas. En suma, atendía a los detalles más nimios, reflejando una administración perfecta y una organización envidiable.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, Valentín Orejas
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