Ya hemos escrito que la Muralla de Llanes atravesaba por la mitad la plaza de Santa Ana, y que tenía frente a la calle Mayor la Puerta de San Nicolás, cuya llave estaba en poder del Mayordomo de la Cofradía de Mareantes de San Nicolás.
Y, también, hemos recogido que en tiempos de la Primera República esa parte de la Muralla fue derribada por el entonces alcalde que, según Fernando Carrera, era conocido como Caldueñín, apodo que nos maliciamos que obedecía a que no tenía estatura ni buena presencia.
Pero lo que no conocía, y me he enterado por un antiguo artículo de Cayetano Rubín de Celis, era que en la esquina del Palacio de Gastañaga todas las primaveras florecía una mata de alhelíes, amarillos y rojos, en protesta por la destrucción de la Muralla y la puerta de San Nicolás.
Imagen, Valentín Orejas
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