Antonio Cue, al que llamábamos cariñosamente “Tonín el Chulu”, nació en la plaza del Muelle el día 16 de agosto de 1940.
Era hijo, nieto y sobrino de marinero, el tercero de cuatro hermanos y el único varón del matrimonio formado por Amable Cue Inés “Amable el Chulu”, marinero, y Dolores Fuentecilla García, redera.
A consecuencia de descender de una estirpe muy ligada a la mar, la vocación de Tonín, como no podía ser de otra manera, era ser marinero, pero en aquella época esa profesión era sinónimo de dureza y penuria, por lo que su padre se lo quitó de la cabeza diciéndole: “Para pasar calamidades, ya estoy yo”.
Así, a los 14 años se empleó como botones en el Casino de Llanes, y más tarde, como aprendiz de carpintería.
A los 21 años, se fue a hacer el Servicio Militar en la Marina a Cádiz y una vez que terminó la Mili decidió emigrar al extranjero.
Gracias a un pariente cercano obtuvo un contrato de trabajo como embotellador de vino en Thun, ciudad Suiza del Cantón de Berna.
Después, trabajó en una fábrica de trenes en Utrecht, Holanda, y posteriormente volvió de nuevo a Suiza.
Al poco de llegar a Thun, conoció a su mujer, Mari Luz Junco Fernández, “Luchi”, llanisca de Purón, con la que a los pocos meses contrajo matrimonio. Tuvieron dos hijos, que se llaman como ellos, Mari Luz y Antonio, también emigrantes a tierras helvéticas.
Desgraciadamente, como consecuencia propia de la emigración, además del esfuerzo y sacrificio, Tonín y Mari Luz vivieron mucho tiempo separados de sus hijos y también entre ellos.
Su larga emigración estuvo plagada de cambios de ciudades y países y de idas y venidas a Llanes, sin faltar nunca a las fiestas de San Roque,
Bando al que estaba muy vinculado.
Tras casi cuatro décadas en el extranjero, en el 2001 y con 61 años volvió a casa, y pudo disfrutar de la mar, a la que no pudo dedicarse de joven, saliendo a redes, a salmonetes…
En el año 2010, portó muy emocionado el estandarte de Santa Ana, para cuyas fiestas fue un gran colaborador, como para todo lo que tuviera que ver con el Puerto y la Cofradía.
En los últimos tiempos era habitual verlo recorriendo Llanes en su moto, paseando por el Puerto, acudiendo a los partidos de fútbol de “su Llanes” y ensayando y cantando en la Agrupación Coral Concejo de Llanes.
El entrañable y apreciado Tonín nos dejó en el año 2018.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
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