En el local donde ahora está el “Uría” y antes el mesón “Los Candiles”, estuvo el emblemático “Casa Ángel”.
Fueron sus propietarios Ángel Gutiérrez Cibrián y su esposa Josefa García Llerandi, buenas personas, afables y comunicativos.
Allí, se daban cita sobre todo marineros, y también viajantes que en aquellos años visitaban la villa.
En los años 20 era habitual ver sentado en alguna de sus mesas de mármol al sacerdote don Tomás Gutiérrez Herrero, que se desvivía por los marineros.
Servía unas comidas excelentes y un insuperable café.
Cerró sus puertas en el año 1968.
Fuente e imágenes, “El Oriente de Asturias”
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