Francisco Menéndez Nachón,“Pachín”, maestro confitero, nació en Pola de Siero y se vino a trabajar a Llanes a finales del siglo XIX. Su tesón y esfuerzo propiciaron que en 1906 pudiera abrir su propio establecimiento, que ocupó un local en la calle Mercaderes frente a la Plaza Mayor que bautizó como “Confitería Pachín”.
Y se anunciaba así:
“En este acreditado establecimiento tendrán desde hoy en adelante sus numerosos parroquianos: turrones de todas clases, mazapanes de varios tamaños y caprichos. Piñones y peladillas legítimas de Alcoy. Vinos y Champagnes de las mejore marcas”.
En 1918, recogía “El Oriente de Asturias”:
“Don Francisco Menéndez Nachón, el acreditado y de todos querido comerciante, se traslada con su familia a Covadonga para encargarse del Gran Hotel Pelayo, que con tanto acierto vienen regentando don Enrique Victorero y señora”.
Su estancia en el Real Sitio no duró mucho tiempo, y el 21 de enero de 1929 en el local que hoy ocupa “El Dintel”, inauguró la Confitería “Auseva”.
Aquel establecimiento fue considerado como uno de los más elegantes del norte de España, destacando en su diseño: bronces, mármoles y maderas finas.
Su repostería era excelente, recordamos sus pasteles, pastas y el helado “Peña Santa”, de creación propia.
Pachín contrajo matrimonio con la llanisca Rosaura Gutiérrez Peláez y tuvieron siete hijos: Eloína, Palmira, Amalia, Juan, Pancho, Rosaura y Sara.
En 1931, compró en la administración de lotería de Llanes el número 27.131, el cual salió agraciado con una importante cantidad de dinero.
La acreditada confitería “Auseva” continuó regentada por los descendientes de su fundador. El último de la saga fue Francisco Ménendez Ibañez, “Panchín”, extraordinario nadador, submarinista y conocedor de la intrahistoria local.
“Panchín”, al que todo Llanes quería por su simpatía y afabilidad, contrajo matrimonio con Isabel Gutiérrez Quesada, y tuvo dos hijas, María Isabel y Cristina, las cuales no siguieron con la tradición familiar.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas
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