Contaba “El Pueblo” el día 31 de enero de 1920 que aquel año en el que la costera del besugo se presentaba abundante, las fuertes marejadas que se desencadenaban casi todos los días impidian a los marineros dedicarse a sus habituales faenas de pesca.
Y añadía que hacía ocho días, las cinco lanchas del puerto salieron a las cinco de la madrugada, mas al regresar a puerto a primeras hora de la tarde con gran cantidad de besugo encontraron la barra cerrada,por lo que tuvieron que coger rumbo a Santander donde llegaron sin novedad a altas horas de la noche.
Las cinco lanchas eran: la “Santiesteban”, la “Oliva”, la “María Teresa”, “La Llanisca” y “Don Tomás”.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, Valentín Orejas
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