El Casino de Llanes, que se emplazó en un lugar céntrico de la Villa, ocupando un solar donde había estado sito un polémico mercado cubierto de hierro y cristal, se promovió por la Sociedad Casino de Llanes en 1910 y se inauguró dos años más tarde.
Fue una obra de indianos, fruto del trabajo de aquellos que habían vuelto ricos de su aventura americana, pero también de las aportaciones de algunos llaniscos que ostentaban entonces el protagonismo de la vida pública local.
Unos y otros tenían el deseo de contar con un edificio de recreo lujoso y de acuerdo a la moda de su tiempo, razón por la cual encomendaron su construcción al joven arquitecto Juan Álvarez Mendoza, que se caracterizaba por un eclecticismo de influencia francesa.
La arquitectura del monumental Casino llanisco refleja el exotismo indiano, mostrando un gusto claro por el modernismo de principios del XX, lo que se aprecia en los elementos decorativos de su fachada con balcones decorados y guardapolvos constelados de adornos vegetales.
En el interior, las puertas lacadas en blanco, la magnífica escalera y los espejos venecianos, nos hablan del afán de sus promotores de dotar al edificio de todo la fastuosidad posible.
También, destacan las paredes imitando mármoles, las cenefas a media altura y los techos con remates de escayola y dibujos alegóricos, así como el mobiliario claramente modernista, resaltando los sofás redondos.
La actividad del Casino casi siempre fue la misma, de recreo y distracción, a no ser durante la Guerra Civil que albergó la Casa del Pueblo y un Juzgado.
En el año 1990 el Ayuntamiento de Llanes compró el edificio por 1,4 millones de pesetas, 8.400 euros actuales, reservándose los socios el usufructo de la primera planta durante 50 años.
Las otras dos plantas son utilizadas por el Ayuntamiento para organizar eventos culturales.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas
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