Alonso Noriega Mijares nació en Cue en 1823 y emigró con apenas 15 años a México. Allí, destacó como un prestigioso comerciante y por su protección a los emigrantes españoles.
Contaron los periódicos que se le ofreció por el Gobierno Mejicano la contrata de suministros para los establecimientos penales y de beneficencia en la capital, la cual, a pesar de la importancia para su negocio, rechazó, ya que entendió que si cumplía con la clase de géneros que él consideraba satisfactorios se arruinaría, y si los entregaba inferiores sería robar a enfermos y penados.
Tras casi medio siglo de arduo trabajo, volvió a Cue y ejecutó a su costa obras públicas de necesidad y utilidad. Entre dichas obras, se encuentran las del lavadero, fuente y abrevadero para el ganado del Barrio de Arriba de Cue.
En 1888, “El Oriente de Asturias” recogía la inauguración:
“El día de San Fernando tuvo lugar en Cué el acto de bendecir la Fuente y el Lavadero recién construido a expensas del esclarecido hijo de aquel pueblo D. Alonso Noriega.
El acto revistió toda la solemnidad que merecía obra de tanta importancia, recibiendo el Sr. Noriega vehementes pruebas de gratitud de aquel vecindario que en adelante disfrutará de riquísimas y abundantes aguas.
Las obras han sido magistralmente dirigidas y hacen honor a los hijos de aquel pueblo que en ellas tomaron parte, pues reúnen todas las condiciones de solidez, seguridad y belleza.
Damos nuestra enhorabuena al pueblo de Cué por tan señalados beneficios y muy especialmente a nuestro distinguido amigo el Sr. Noriega que tan acertada y liberalmente ha sabido perpetuar su nombre”.
En el entorno del lavadero se celebran cada 30 de mayo los festejos de San Fernando, que organizan los vecinos del Barrio de Arriba de ese pueblo llanisco. En las letras de las coplillas que se entonan en esa fiesta se recuerda al benefactor y a los emigrantes que fueron tan numerosos en el siglo XIX y XX.
Asimismo, a las expensas de Alonso Noriega se comenzó a levantar una casa albergue para los pobres, pero no se terminó, ya que el benefactor falleció poco después de la inauguración del lavadero y la fuente, justamente en julio de 1888.
El Semanario llanisco, se hizo eco de esta forma:
“El sábado último se verificó en el inmediato pueblo de Cue el entierro del Sr. D. Alonso Noriega, asistiendo numerosa concurrencia entre la que se contaban muchas personas de esta Villa y demás pueblos del Concejo. Al cruzar la Comitiva por las calles del pueblo en todas las casas lastimeros ayes y tiernas frases de despedida al querido protector del pueblo y de todos los paisanos. Pocas veces o ninguna hemos presenciado una explosión de sentimiento y pocas también en que más claramente se manifestase por un pueblo el cariño ardiente que profesaba a uno de sus más distinguidos hijos”.
En el cementerio de Cue, existe un panteón dedicado al indiano benefactor, costeado en su tiempo por los propios vecinos en señal de agradecimiento.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, Valentín Orejas
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