EL VIENTO DEL DESTINO
Habrá otros barcos más rápidos
más grandes o modernos;
pero en belleza no ganan
al más antiguo velero.
Quisiera guiar mi vida
como el diestro marinero
que navega a su destino
con la fuerza que da el viento,
más favorable en la popa
o en la proa más adverso,
sin dejar que el barco vaya
donde se dirige el viento,
siguiendo siempre su ruta
hasta llegar a su puerto.
Navegando contra el viento
Aunque parezca imposible,
sí navega el velero
en el sentido contrario
a la dirección del viento.
Orientando bien las velas
y navegando en zigzag
con el viento más contrario
su destino alcanzará.
El marino nos enseña
que una circunstancia adversa
no debe cambiar el rumbo
hasta llegar a la meta.
Antonio del Olmo
Recogida por Fernando Suárez Cué
Buena Mar y hasta la vista
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