BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” | AÑO 1920
“Un acantilado casi vertical, de treinta metros de alto, a sus pies el mar, con profundidades semejantes a la altura de la roca, porque a veces, en invierno, las olas gigantescas asaltan el acantilado y coronan la cima de espumas y cascadas. Un paseo a todo lo largo de la cresta, entre hileras de tamariscos, y en el centro bajo la pavimentación artificial una gruta labrada por la perseverancia del oleaje.
Es difícil que entre todos los paisajes marítimos del mundo, haya alguno que supere en grandeza, en amplitud, en hermosura a este que se divisa desde la enorme peña en cuya falda reclinada aparece la histórica villa de Llanes”.
Imagen, Valentín Orejas
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