Llanes, a lo largo de su historia, ha contado con extraordinarios fotógrafos, gracias a los cuales han quedado inmortalizados hasta los menores detalles. José Luis Rozas es un ejemplo de aquellos grandes profesionales.
José Luis nació en Llanes el 25 de diciembre de 1925, era hijo de Virtudes, natural de Pancar, y Francisco, el cual había llegado a la villa llanisca desde San Vicente de la Barquera, alrededor de 1910, con sus hermanos, Félix, Agustín, Ramón, Elisa y Carlos, sus otros dos hermanos, Manuela y Ricardo, nacerían ya en Llanes.
El padre ejerció el oficio de peluquero aunque lo alternaba con su gran afición, la fotografía, la cual contagió a sus dos hijos, el propio José Luis y su hermano Paco, que dedicaron su vida a ese arte en el que destacaron.
Se casó en 1956 con Chelo Santander Garrido, natural de Madrid, a la que conoció durante las fiestas de San Roque. Tuvo cuatro hijos, Rosa, Marian, Chelo y José Luis, que de alguna manera siguieron los pasos de su padre.
Hasta el año 1970 trabajó junto a su hermano, pero a partir de dicha fecha se separaron, quedándose Paco con “Casa Rozas” y José Luis se trasladó a un bajo del edificio Santa María de Ordás. Después, alrededor de 1979 abrió con su hija Rosa, en la calle el Castillo de la villa Llanisca, “Foto Color José Luis”.
Contaba en una entrevista en “El Oriente de Asturias” que con 18 años salió a trabajar para cubrir las fiestas de San Felipe, y que lo pasó mal porque en aquellas cámaras de entonces se veía la imagen al revés, todo boca abajo, y en aquel primer día le salieron las fotos ladeadas. Después, una vez que se acostumbró, les salían perfectas.
También, recordaba en el semanario llanisco que exhibían las fotos de las fiestas, para su posterior venta, en los paneles de los bares tiendas de los pueblos.
José Luis, muy apreciado en toda la comarca y que fue galardonado con el premio de Turismo por el Ayuntamiento de Llanes en 2006, falleció en el año 2020, contaba con 94 años de edad.
Tras irse extinguiendo la fotografía tradicional, de rollo o de carrete, a consecuencia de la fotografía digital, dieron exitosos giros a los negocios, incorporando libros escolares, productos de librería, regalos y juguetes. En la actualidad, y en manos de sus hijas, continúa abierto el local de la calle El Castillo, y “Rozas Enmarcación”, que regenta su hijo.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas
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