Recogía “El Oriente de Asturias” que el 15 de agosto de 1993, sobre las cinco de la tarde, se inició en el Fuerte un homenaje a nuestras gentes de la mar, personificadas en el histórico gremio llanisco, cuya historia está jalonada de hechos gloriosos, reponiéndose en esa fecha dos cañones que, merced a los buenos oficios de Cosme Sordo y José Luis Mijares, fueron rescatados del Ministerio de Marina.
Presidieron el acto el Ministro de Defensa, Julián García Vargas, el Presidente del Principado, Antonio Trevín, el Comandante Militar de Marina de Asturias, Capitán de Navío Luis Francisco Astorga Miguélez y el Alcalde de Llanes, Manuel Esteban Miguel Amieva.
En el brillante discurso de José Luis Mijares, se puso de manifiesto que los cañones que se descubrían, no eran del calibre 24, que disponían de granadas de 24 libras de peso, sino que eran más pequeños, por lo que no era propiamente una reposición, sino el descubrimiento de la placa homenaje a nuestro gremio y a los demás del Cantábrico.
Y acababa su alocución con las siguientes palabras, tan válidas antes, ahora y siempre: “Ya es hora de que se reconozca a nuestros bravos hombres de mar de todos los tiempos por los peligros y padecimientos por los que pasaron siglo tras siglo, por las penurias por las que pasó en todos los tiempos nuestra sufrida clase marinera”.
Imagen, Valentín Orejas
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