BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” AÑO 1914
“El elemento veraneante, con no ser muy numeroso este año, anima y mucho las calles de nuestra villa principalmente por las noches, que discurren por la carretera y paseo de Posada Herrera, disfrutando de la benignidad del clima. El único constraste que salta a la vista y al olfato es el inmudo Ribero que, con pestilentes miasmas, hace cerrar a uno los ojos y taparse las fosas nasales por los nauseabundos olores que de su lecho emanan. ¿Pero cuándo querrá Dios que desaparezca el foco de infección, borrón ignominioso de Llanes?.”
Imagen, Valentín Orejas
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