Siempre he pensado que el germen de aquellas tertulias estivales en la caseta de Salvamento de Naufragios, fue el anteojo – que hoy se encuentra en la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes- pues el mismo convirtió el lugar en un observatorio marítimo y portuario.
Y digo esto porque aunque aquellos tertulianos se reunían en los tendejones, sin duda alguno de ellos subiría de vez en cuando al piso del catalejo y comentaría a sus compañeros:
-Llega “la Dolores”.
-Se divisa “el María”.
-Acaba de entrar “el Correo”.
Yo me imagino a aquellos llaniscos en las mañanas de verano sentados en los bancos de uno o otro de los tendejones, dependiendo de cómo soplara el viento, en continua charla desde el mediodía hasta la hora de comer.
Los temas serían de los más variados, ya que el alma de aquella sociedad era múltiple.
Así, hablarían de cuestiones relativas a la mar, de América, de los indianos, de la Corte..
Y respecto a “cortar” y “recortar” sucesos de Llanes, seguramente se tratara de comentarios bastante inocuos, pues en otro caso en lugar de la Tijerina, hubiera sido conocida por la Tijera.
Y a la acepción del nombre quería llegar yo para participarles que quizá se lo adjudicó algún critico de aquellas tertulias, con acierto pues persistió. Añadiendo que no deja de ser incongruente ese nombre, ya que la idea de tijera no es la de salvar a nadie, sino lo contrario. Si bien, las antítesis toponímicas son bastante corrientes.
Por último, se me ocurre que hubiera estado bien que alguien se hubiera animado a pintar un cuadro en los que aparecieran aquellos llaniscos en inagotable conversación observando faenar las lanchas. O, al menos, una placa que recogiera sus nombres: Antonio Blanco, Cayetano Rubín, Manuel Rivero, Benigno Pola, José Pellico, Benigno Quintana, Juan García Varela, Lorenzo Suárez, Prudencio González, Luis Mijares y muchos otros.
Imagen, Valentín Orejas
Ilustración, Jesus Palacios
0 comentarios