“Canene”, nombre por el que afectuosamente era conocido Juan Antonio Santiago, nació en 1923 y se le recuerda como un hombre poco hablador y de fuertes convicciones.
Su pasión era la mar y a ella dedicó sus afanes, compartidos con la hostelería, ya que regentó profesionalmente, hasta su jubilación, un bar, ubicado en el lugar donde estuvo la popular Casa de María ChinChín, hoy calle Manuel Cue. Allí, dio cobijo a los marineros cuando por nordeste o por vendaval no podían salir a pescar y, también, fue testigo de los repartos de las “partes” entre las tripulaciones.
Destacó por su amor a Llanes y de modo especial al puerto, cuyas obras visitaba todos los días y disfrutaba de cómo se iba haciendo realidad aquella vieja aspiración de varias generaciones de llaniscos.
Murió en el año 1995, y su único hijo José Alberto, al que legó su buen hacer y su pasión por todo lo llanisco, continua la saga.
0 comentarios