LA CASA DE PEPE CUETO | LA FORTUNA QUE VINO DEL MAR

por

Eusebio del Cueto Sánchez, hijo de Carlos y Avelina, nació en el año 1892 en el barrio del Pandu, Hontoria, y emigró a México a la edad de 14 años. Allí, consagró su vida al trabajo, dedicándose a la curtiduría y al negocio bancario.

Al prosperar, se llevó a sus dos hermanos varones, Andrés y José, a la capital azteca, donde fueron símbolo de las familias llaniscas indianas.

El mayor, Sebio, como se le apodaba familiarmente, casado con Dolores de la Fuente, no se olvidó de su pueblo natal y tampoco de la tierra que lo acogió, siendo benefactor de la escuela del pueblo llanisco, como figura en una placa, y construyendo una escuela en Pachuca, capital del estado mejicano de Hidalgo, a la que llamó “Hontoria”. La misma fue inaugurada por Miguel Alemán, Presidente de la República de 1946 a 1952.

Andrés, aunque cuando se volvió a España fijó su residencia en Madrid, pasaba con su familia las vacaciones de verano en Hontoria.

El último de los hermanos, al que se conocía como Pepe Cueto, contrajo matrimonio con Beatriz Barro, de Villahormes, hermana de la mujer de su hermano Andrés, Carmen, y tuvieron cuatro hijos, Fernando, Manuel, José y Beatriz. 

Enamorado del pueblo que lo vio nacer construyó en él una casa, que en la actualidad se ha convertido en un restaurante y hotel, y conserva muchos de los muebles originales, realizados por un indiano que retornó de Cuba, Manuel Pérez “Trubia”.

Pepe también fue benefactor de Hontoria, arreglando la bolera y colaborando generosamente a las fiestas del Carmen. Su pueblo correspondió, como reza una inscripción, dedicándole una plaza bautizada como “La Bolera”. Su mujer, Beatriz, donó el reloj de la iglesia.

Don Pepe falleció en México a avanzada edad.

Fuente, “El Oriente de Asturias” 

SI TE HA GUSTADO, COMPARTE...
Share

0 comentarios

Deja un comentario

  • EL “GRAN REFORZANTE”
    El llamado “óleum morruhae”, que como su nombre indica, es el aceite extraído de hígados de bacalao del Atlántico Norte (Gadus morhua), o sea, el popular e inolvidable “aceite de hígado de bacalao”, el que yo me malicio suministraron comúnmente a los niños en tiempos pasados, allá por los años de mi infancia en el pasado siglo XX (¡Concho […]
  • LA TINTA DEL CALAMAR.
    Es este, una especie de pigmento oscuro que desprenden todos los cefalópodos, (excepto los “Nautilus” y los “Cirrina”), que se encuentra almacenada en una bolsa alargada que conecta con el ano del animal y, a su vez, con el sifón por donde, finalmente, es expulsada al exterior.  La razón por la que […]
  • LA CURA DEL AGUA SALADA
    A estas alturas del año, y cansada del largo invierno, ansío los días luminosos y cálidos. No es fácil conseguirlos en esta parte del planeta. Los días de nuestras primaveras, además de caprichosos, resultan necios al empeñarse en ser lluviosos. Mi madre solía decir que las gabardinas son para la […]
  • AÑO 1886, ¿SABÉIS A CUÁNTOS CÉNTIMOS DE PESETAS  SE VENDÍA EL KILO DE MERLUZA HACE 139 AÑOS?
    BUCEANDO EN “EL ORIENTE DE ASTURIAS” | AÑO 1886 “Durante estos últimos días ha sido muy abundante el pescado en esta villa, tanto de langosta y agujas como de mero y merluza, vendiéndose ésta última al precio de 25 céntimos de peseta la libra”.    Imagen, Valentín Orejas

  • All
  • "Entre las Olas del Olvido: Comercios y Lugares que la marea del cambio se llevó"
  • "LA FORTUNA QUE VINO DEL MAR"
  • Por: Maiche Perela

Share
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad