Fondeado junto a la dársena “Cabo Noval”
Antes de todo vamos a intentar centrarnos, aunque muy someramente. en lo que son las “Casas del Mar”, según su propia definición y destino, siendo lo primero que sabemos de ella es que son centros dependientes del Instituto Social de la Marina (ISM), (entidad gestora de la Seguridad Social), ubicados en algunos puertos de nuestro litoral, y que posteriormente fueron (transferidas sus funciones a los gobiernos autonómicos.
Entre sus funciones, podemos destacar las dos mas importantes, como son, el informar sobre los recursos disponibles del ISM, y actuar como centro directivo de los servicios del citado ISM, como pueden ser el de información, el de asistencia social, y el facilitar espacios recreativos y culturales, entre otros, tratando este punto de primordialmente el facilitar unas instalaciones con el fin de mejorar la vida y el asueto de los marinos cuando arriban a puerto, cumpliendo así las funciones de un “Club Social” de los profesionales del gremio, y como ”hospedería”, si estuvieran dotadas de algunas habitaciones, con precios francamente accesibles para que fueran usadas por marinos en tierra.
Para no extendernos en demasía, deben contar con aulas destinadas a impartir programas de formación profesional y ocupacional para los desempleados y ofrecer variados servicios a todos los trabajadores del Mar, independientemente de su nacionalidad.
La dirección de la “Casa del Mar” de llanes, se encuentra en la calle Tomás y Gutiérrez Herrero 2, y en ella, confío y no dudo que se prestan los servicios correspondientes, excepto, por los datos recibidos, los de hospedería, aulas de información y enseñanza y club.
En nuestro caso, y aunque estuviera en manos privadas y no pudiera contemplarse como “el club”, nos encontramos con que bares y restaurantes hay muchos y muy buenos en Llanes, (no los nombre porque ya los conocéis, y su lista sería interminable), pero el carisma y la representatividad del bar-restaurante de “La Casa del Mar”, que mantuvo durante tantos años, la que fue tan bien dirigida y cuidada, con firme mano, por Juan José Noriega Dosal (“Juanjo”), no tiene parangón, y si su cierre lo tuviera que comparar con alguna otra cosa de nuestra Villa, lo haría, y sin ruborizarme ni un pelín, con el asombro y tristeza que me embargaron cuando me enteré del acoso y derribo sufrido por la “La Gran Señora”. Y no se me olvida.
Esperemos que alguien pueda explicarlo algún día (en este momento no se ya alguien lo habrá hecho), para el bien de nuestros marineros en particular, y los llaniscos en general, y pues sería un verdadero despropósito el que terminara todo con la instalación de un “McDonal’s” en la Cueva del Taleru, claro que… “Cosas veredes, amigo Sancho
Por cierto. Esta expresión, parte de la frase que se atribuye a Miguel Cervantes en su “Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, pero no aparece así literalmente en la inmortal novela,
Parece ser que el origen literario de la expresión “Cosas veredes”, se remonta al “Cantar de Mío Cid”, cuando Rodrigo Díaz de Vivar le dice a Alfonso VI: “Muchos males han venido por los reyes que se ausentan…” y el monarca le contesta…: “Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras”
Pero sigamos. Para mí, fue la “Casa del Mar”, el Centro Social más importante de la Villa, pues en ella se reunían diariamente grandes profesionales de la Mar, a “tomar las once”, contrastar sus diarios conocimientos y faenas, temerarios deportistas que, en su rincón de babor “pescaron”, despiezaron y consumieron “cienes y cienes” de los mayores bonitos pescados en todo el Cantábrico y que en esa Mar fueron capturados, hasta tal punto, que faltaban brazos para señalar el tamaño de las piezas.
Desde allí se analizaron y dirigieron las obras del nuevo puerto pesquero, mientras “políticos de renombre” defenestraron o ensalzaron a dirigentes y presidentes gubernamentales, y, por supuesto, sin olvidar que desde tan “sacro lugar” se le dio de comer al hambriento y de beber al sediento.
Me contaron que en su lugar se iba a instalar un “Centro Social” para la juventud, cosa muy loable esa, por lo visto casi obligada, pero al final parece que van a tener razón mis tías de las “Santana”, cuando ante una cosa como esta me decían… ¡Muchu pucheru es esi, pero solo está hirviendo “agua de castañas”.
En fin, os deseo un buen día.
Buena Mar y hasta la vista amigos.
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